Fotografía: Óscar Vázquez
Desde que el Concello implantó el pasado año la primera turborrotonda en la Gran Vía de Vigo, han sido varias más las que se han sumado a esta suerte de reforma vial. Las delimitaciones en las de la avenida de Europa con Samil, Coia, Castrelos con Portanet y junto al colegio del Amor de Dios en Navia han hecho que el método de enseñanza de la conducción en rotondas haya tenido que modificarse en las autoescuelas.
El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas y director de la autoescuela Anxo, Alfonso Bastos, ha explicado a La Voz de Galicia:
“Las turborrotondas delimitan los carriles por los que se puede acceder a cada salida, lo que provoca que se conviertan automáticamente en intersecciones”.
Por eso, la normativa recogida en el Reglamento de Circulación respecto a rotondas no es aplicable en el caso del diseño de las turborrotondas.
Andrés Bugallo, director de la autoescuela Faro:
“Enseñar a los alumnos el empleo de la turborrotonda es más sencillo que enseñar cómo circular por una glorieta estándar. Casos como el de la Gran Vía favorece la fluidez, porque una rotonda con dos únicas salidas no tenía sentido, pero en los demás se convierten en cruces con forma de rotonda”.
Felipe Remón, profesor de la autoescuela Castelao
“El término turborrotonda como tal es incorrecto, no existe. En el reglamento no existe tal estructura y se interpreta como una simple intersección, no como una rotonda. Al final, se trata de cruces con sentido giratorio”.
César Pérez, director de la autoescuela De Luis:
“La construcción de las turborrotondas echa abajo la fluidez de tráfico que perseguían las rotondas tradicionales. Suelen provocar problemas dado que los pequeños tramos de línea discontinua que sirven para abandonar la rotonda desde dentro son utilizados para cambiar de carril al no existir ninguna especificación concreta en la normativa en este sentido. Es una involución, volver a lo que había antes”.
José Giráldez, profesor de la autoescuela Doblada:
“Las turborrotondas introducen un fenómeno externo en la enseñanza. Lo importante es habituar desde el principio a los alumnos a diferenciar entre esta innovación en las intersecciones y las rotondas tradicionales, en las que las salidas siempre deben tomarse por el carril exterior”.
José Luis Pazó, director de la autoescuela Pazó:
“La introducción de las turborrotondas envía señales confusas a los usuarios, pues combina estructuras y normas que no coinciden. En muchas ocasiones, los conductores circulan por las turborrotondas como si lo hiciesen por una glorieta, utilizando el carril externo.”
Para Pazó, sería necesario introducir formación vial al respecto y aclarar los términos.
Iria Cuadrado, profesora de la autoescuela Olívica:
“La formación acerca de las turborrotondas debe dirigirse no solo a los alumnos de las autoescuelas si no a toda la población, ya que es un elemento desconocido. El problema se encuentra en introducir conceptos que no aparecen en el reglamento y no prevenir la formación necesaria para ello. La formación es importante”.
Mejorar la señalización de las turborrotondas
Los profesores de las autoescuelas de Vigo han indicado al diario que uno de los grandes problemas es el de la precaria señalización. Según dicen, están mal señalizadas, con las marcas muy cerca y no especifican su puedes o no realizar cambios de sentido. Refiriéndose en concreto a la de Castrelos con Portanet, Felipe Remón señala que “el carril de la derecha está mal señalizado porque indica que se puede seguir de frente cuando realmente te obliga a salir hacia Portanet”.
Todos coinciden en que hace falta que se mejore la señalización de las turborrotondas.
Fuente: La Voz de Galicia
