Algunos de los nuevos sistemas de seguridad que los vehículos han empezado a incluir pueden salvar muchas vidas, uno de estos dispositivos que ayuda a reducir la mortalidad en las carreteras son los dispositivos de asistencia a la frenada.
Aunque nos pueda costar creerlo una gran parte de los conductores no sabemos frenar a fondo, de hecho según los datos de un estudio realizado por Bosch una tercera parte de los conductores involucrados en un accidente de tráfico no aplicaron la máxima potencia de frenado de su vehículo, bien porque no pisaron lo suficiente el freno o porque en algún momento durante la frenada levantaron el pie del pedal.
Para tratar de solucionar este problema surgieron los dispositivos de asistencia a la frenada de emergencia, que actúan aplicando la máxima fuerza cuando detectan una frenada súbita, independientemente de que el conductor haya levantado el pie del pedal de freno, por lo que se reduce la distancia de frenada y se ayuda a evitar una colisión.
La primera marca de automóviles en introducir el asistente a la frenada de emergencia fue Mercedes Benz en el año 1996 que lo introdujo en su clase S, desde entonces las cosas han cambiado mucho y ahora, desde el pasado 24 de noviembre, este sistema es obligatorio para todos los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos de la Unión Europea, y además a partir del 24 de febrero de 2011, esta obligatoriedad será aplicable a todos los vehículos nuevos ya que se cree que este sistema podría evitar en Europa 1.100 accidentes mortales.
