Cada vez es más habitual que los conductores infractores tengan que pagar sus imprudencias con la prisión, para los delitos contra la seguridad vial más graves, o cumpliendo penas de trabajo en servicio de la Comunidad, pero ahora algunos de esos conductores infractores pueden sustituir sus penas por la asistencia a talleres de Educación Vial.
Gracias al Centro Social de Pumarín, en Oviedo, que durante este mes de agosto se ha convertido en una autoescuela, unos 60 conductores infractores podrán cambiar sus penas de trabajos en beneficio de la comunidad por la asistencia a los talleres que ofrecen sobre seguridad vial en los que podrán dar un repaso a la legislación y a las señales de tráfico.
En estos talleres, organizados por la Asociación Destinada a la Investigación y a la Intervención Social (ADIIS), que se llevan a cabo las tardes de los miércoles y los jueves, el objetivo principal es concienciar a los asistentes de la importancia de cumplir las normas.
Entre los asistentes a estos talleres se encuentran personas que conducían sin permiso de conducir, bajo los efectos del alcohol o con exceso de velocidad.
Fuente: La Nueva España
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