Conducir una moto es más exigente que conducir un turismo, porque este tiene cuatro puntos de apoyo en vez de los dos que tiene la moto, esto hace que en un turismo sea más difícil sobrepasar los límites de adherencia, frenado e inercias, que generalmente conducen a accidentes, eso sin contar que en la moto vamos más expuestos por lo que corremos más peligros.
Una buena técnica de conducción sobre dos ruedas sumada a la experiencia nos permitirá rodar más tranquilos y seguros sobre nuestras motos y sobre todo a prevenir accidentes y situaciones peligrosas.
La teoría más la experiencia es la clave para una conducción segura. Aunque tenemos que tener en cuenta que a veces, mientras más experimentado es el conductor más probabilidades tiene de confiarse y provocar un accidente. En el 7% de los accidentes de moto se producen heridos, mientras que en los coches esta cifra es del 5%.
Al igual que en la conducción de automóviles, los dos primeros años de conducción de motocicletas son los que registran las mayores cifras de siniestralidad.
Los conductores de hasta 30 años son los que registran mayores tasas de accidentes de moto y sus tasas de culpabilidad también son mayores: un 15% de los conductores de moto de entre 25 y 30 años se ven implicados en un accidente al año con otro vehículo, frente al 8% del resto de conductores de motocicleta.
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Javier Merino
Profesor de Formación Vial