Retirar el carné a las personas mayores reduce su esperanza de vida. Es la conclusión de un estudio de la AAA Foundation for Traffic Safety y la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.
Renunciar a conducir duplica el riesgo de depresión, disminuye las funciones físicas y cognitivas y reduce la esperanza de vida de las personas mayores. Es decir, que deteriora considerablemente su salud física, mental y social.
Los mayores que dejan de conducir son el doble de propensos a sufrir depresión; su actividad y relaciones sociales fuera del hogar se reduce en un 51% y el deterioro de sus funciones cognitivas y sensoriales se acelera más rápidamente.
El estudio Driving Cessation and Health Outcomes for Older Adults refleja que en Finlandia, el 59,4% de los encuestados no conductores presumió de tener buena salud, mientras que el porcentaje se redujo al 42,5% entre los exconductores.