La Sociedad de Prevención de la Crueldad animal (SPCA) de Auckland (Nueva Zelanda), está llevando a cabo un experimento con el que pretende demostrar que es posible enseñar a conducir a los perros.
Conducen unos vehículos adaptados a sus necesidades, tienen una palanca de cambios especial y el acelerador y el freno son dos botones, para que el animal los pueda activar con la pata.
Los perros son entrenados por cuatro especialistas de una agencia llamada Mark Vette, cuyo objetivo es el adiestramiento de animales con talento.
El objetivo de este proyecto es acabar creando AUTOCAN, una autoescuela para perros y conseguir que estos animales sean los primeros en conducir un Mini, tras el acuerdo firmado entre la asociación de animales de Nueva Zelanda y Mini Cooper.
Los perros se llaman Monty, Porter y Ginny y, comprobadlo vosotros mismos, ya son capaces de ponerse al frente de un vehículo: