Según la legislación españolas, las escuelas conductores o centros docentes son las que están facultadas por la ley a enseñar cómo conducir.
En ellas los aspirantes a obtener una licencia o permiso de conducción, podrán adquirir los conocimientos, aptitudes, habilidades y comportamientos necesarios para la seguridad de la circulación.
Dichas escuelas también están facultadas para realizar otras actividades que incluso no son de docencia, siempre y cuando cumplan la regulación normativa.
Gracias a la autorización previa de los alumnos y cancelando el coste asociado, las escuelas podrán gestionar en los centros oficiales y en nombre del aprendiz, los documentos requeridos para obtener el permiso o licencia de conducción.
Esta autorización es solamente para obtener el permiso y no para efectuar otro tipo de trámite como prórrogas, duplicados, entre otros.
Escuelas particulares de conductores y sus elementos de trabajo
- La norma también les exige el principio de unidad, es decir, que cada escuela debe actuar como una unidad en el país.
- Esto implica que así tenga sedes en diferentes ciudades a nivel nacional, la escuela tendrá una sede matriz con la misma denominación y titularidad.
- En este sentido la sede principal y las demás que tenga la escuela, contarán con un local donde pueda desarrollar sus actividades según la normatividad.
- Según los permisos acreditados, también debe disponer de un terreno apto para hacer prácticas de maniobras y destreza en circuito cerrado.
- También deberá contar con al menos un vehículo para cada clase de permiso o licencia de conducción para los que tenga autorización de enseñar.
- Asimismo contará con material didáctico necesario para enseñar la formación teórica según lo exigido por la norma.
- Cada sede deberá contar para enseñanza de las clases A1, A2 o A, de al menos un sistema de comunicación de manos libres. Esto con el fin de lograr una buena transmisión de instrucciones entre el profesor y el funcionario examinador.
- Deberá contar con una ficha técnica para cada alumno donde se lleve el registro y control de las clases teóricas, prácticas y de actitudes. Las fichas estarán disponibles para consulta hasta dos años después de que el alumno haya culminado su curso.