Quienes aprenden a conducir acudiendo a una autoescuela de manejo se benefician de la experiencia y profesionalismo de sus instructores, logrando desarrollar de forma supervisada las distintas habilidades que todo buen conductor amerita.
Aprender a llevar el volante posicionando los brazos de forma correcta, hasta las maniobras más complicadas para desplazarse, retroceder, girar, estacionar, cruzar y dar vuelta, son aprendidas en las autoescuelas de manejo.
A diferencia de quienes deciden aprender por cuenta propia, la autoescuela cuenta con los recursos humanos y técnicos para enseñar lo requerido para obtener los permisos de conducir de distintos tipos y llevar el volante de forma reglamentaria luego de poseerlos.
3 maniobras que se aprenden a la perfección en la autoescuela de manejo
Estas tres maniobras son parte de las más importantes y necesarias de dominar al momento de comenzar a manejar de forma independiente en las distintas arterias viales, por ello las autoescuelas son muy enfáticas al incluirlas en sus prácticas:
- Incorporación, mostrando a los estudiantes la forma correcta de incorporarse de modo seguro a la circulación vial, sin representar riesgos para sí mismo u otros conductores, ayudándoles a desarrollar destrezas de manejo para el aumento de velocidad, luego de haber estado estacionados, cambiar de carril o adelantar otro coche.
- Postura anti-impacto: El impacto con otros vehículos, objetos fijos o peatones, así como el volcamiento, son riesgos a los que los conductores deben enfrentarse, en la autoescuela se desarrollan las destrezas necesarias para hacerlo desde la prevención.
A través de los simuladores se muestra a los alumnos las distintas posturas corporales que deben adoptar ante el impacto del coche o su volcamiento, para minimizar los daños físicos que se puedan ocasionar.
- Toma correcta del volante: Mostrando y corrigiendo la toma del volante a través de la guiatura de los instructores , enfatizando en la altura ideal de los brazos, así como en postura correcta de ambas manos y la fuerza con la que se debe tomar y girar del mismo, tanto en las rectas, como en las curvas o vueltas.
