Las bicis cada vez están ganando más importancia como método de transporte en las ciudades, y por ese motivo cada vez hay más carriles bicis y más pintura blanca para delimitarlos, pero al final eso se puede convertir en un auténtico lío, y un ejemplo de ello es lo que sucede en Vitoria, donde conviven la señalización de los carriles bici (bidegorris), las franjas amarillas de las zonas de 30, las flechas de dirección… al fina todo un caos de señales que pueden liar aún más a los conducores.
Para acabar con este problema la asociación de autoescuelas de Álava solicita la puesta en marcha de “campañas de divulgación, concienciación y formación” para que los conductores se reciclen y sepan estar alerta a los cambios.
Los ciudadanos tienen que aprender a interpretar toda esa abundancia de pintura y a concienciarse de que es preciso respetarla porque hay un nuevo elemento en la carretera más frágil que el coche.
En el caso de los conductores más veteramos la formación sobre la nueva señalización es aún más necesaria ya que según explica el presidente de la asociación de autoescuelas “Esas personas están acostumbrados a cierta forma de ordenación del tráfico y circulan sin pensar demasiado, por lo que pueden crear situaciones de peligro”
Fuente: Noticias de Álava