La Dirección General de Tráfico (DGT) pretende que los examinadores realicen controles de alcohol y droga a sus alumnos antes de someterse a la prueba práctica de conducir y, en caso de que den positivo o se nieguen a realizar dichas pruebas, se cancelará el examen.
Manuel Fernández, delegado en Málaga de la asociación Asextra, explicó al diario Málaga Hoy que esta iniciativa salió a la luz en una mesa de trabajo mantenida en Madrid el pasado día 21 entre el presidente, Joaquín Jiménez Murillo, varios cargos de la DGT y representantes sindicales.
No obstante, la Subdelegación del Gobierno ha explicado que, por el momento, no es más que una propuesta interna que se ha puesto sobre la mesa pero que todavía está sin cerrar y que no tiene carácter oficial.
La propuesta ha recibido ya multitud de críticas, especialmente entre los funcionarios de tráfico, que consideran que podría fomentar el enfrentamiento con los futuros conductores:
Manuel Fernández:
“Es una barbaridad. Si los alumnos se niegan a hacer la prueba, automáticamente se les aplazaría el examen. Buscamos un entorno seguro y no hacen más que ponernos trabas”.
Juan Carlos Pedrosa, responsable provincial del sector de administración general del estado CSIF, explicó también a este diario:
“Todavía es una posibilidad, pero la valoración que hacemos es totalmente negativa. No somos las personas indicadas para hacer un test de alcoholemia a nadie. ¿Cómo le digo a un alumno que se preste a un control de drogas?. Si acumulamos otras tareas, la mañana no da para más. Se tarda 15 minutos en hacer un control de alcoholemia”.