Cuando salimos de la autoescuela la mayoría de nosotros no sabemos qué es la bomba de agua ni la correa de distribución, en el mejor de los casos puede que hayamos escuchado estas palabras pero sin saber nada sobre su funcionamiento, para qué sirven o cómo hacer un correcto mantenimiento de ellas.
La bomba de agua se encarga de mover el líquido refrigerante por el sistema y se trata de un pequeño bloque que en la mayoría de los casos suele ir atornillado al bloque motor, y en algunas ocasiones se acciona por la correa de distribución.
Aunque siempre hay excepciones, lo más habitual es que la vida de la bomba de agua se sitúe entre los 50.000 y los 100.000 kilómetros, mientras que la vida de la correa de distribución suele ser mayor y se suele situar por encima de los 120.000 kilómetros. No obstante casi siempre tendremos que cambiar estos dos elementos a la vez.
Si nuestro vehículo es de los que la bomba de agua se acciona por la correa de distribución es recomendable cambiarlas a la vez, aunque la vida de la correa sea mayor, para evitar averías graves del motor. Una rotura de la bomba de agua puede provocar la destruccion de la correa de distribución. Además algunos fabricantes no permiten que la correa de distribución se utilice dos veces, por lo que obligatoriamente si cambiamos la bomba de agua tendremos que cambiar también la correa de distribución.
La bomba de agua suele darnos señales de que algo va mal antes de que se produzca su bloqueo, los rodamientos harán un gran ruido o se producirán fugas de agua, en caso de que uno de estos síntomas aparezcan tendremos que apagar el motor rápidamente porque en unos segundos la correa de distribución se empezará a quemar provocando una grave avería del motor.
Fuente: autoescuela.tv