Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el 3% de los incendios tiene su origen en colillas abandonadas o arrojadas desde los automóviles. Pese al descenso del número de fumadores y a la concienciación de la población sobre los incendios, aún sigue siendo uno de los graves peligros para bosques y campos. Hasta el punto en que esta conducta (arrojar objetos desde los coches en marcha, incluidas colillas de cigarrillos) está castigada con multa de 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir.
Por eso, ahora que llega el calor y se incrementa el riesgo de incendios forestales, la Dirección General de Tráfico ofrece varios consejos para que los conductores ayuden a prevenir los incendios. Lo más fundamental es evitar arrojar cualquier objeto que puede causar incendios, como cristales.
Ecologistas en Acción, por ejemplo, también recomienda “no llegar en coche o vehículo motorizado a todas partes” y explica que “el contacto del tubo de escape con matorrales secos podría provocar un incendio”; igualmente aconseja, en épocas de incendios, “en zonas forestales estaciona el coche en aparcamientos habilitados o, al menos, en zonas totalmente despejadas de pastos o matorral”.
Además, si mientras vamos conduciendo detectamos un incendio, debemos avisar lo antes posible al 112, teléfono de emergencia, o al 062, teléfono de la Guardia Civil, indicando los datos de dónde se encuentra, hacia donde avanza el fuego…
Como dato curioso, podéis ver la campaña para concienciar del peligro de arrojar colillas desde los automóviles que, en 1962, lanzó la Dirección General de Montes y cuyos contenidos, desgraciadamente dado el tiempo transcurrido, sigue siendo plenamente actuales.
Una simple calada puede significar tu muerte, y no precisamente por la inhalación de humo. Muy buen artículo.