Estudiar para aprobar el permiso de conducir no es suficiente, por eso en Cataluña buscan ir un paso más allá.
El director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Joan Aregio, apuesta por un modelo de formación en tráfico que vaya “más allá de querer aprobar el examen” y sobrepase el modelo de voluntarismo y memorización que se suele impartir en las autoescuelas. En Cataluña se va a trabajar para mejorar el asesoramiento al profesorado de las autoescuelas y se continuará trabajando con el testimonio de las víctimas de accidentes.
Según ha explicado el director del SCT busca una nueva normativa “que priorice la formación en sí misma” para que los futuros conductores participen, por ejemplo, en cursos como los de recuperación de puntos que inciden más en la importancia de la seguridad y la responsabilidad al volante y se valoren todos los aspectos de la conducción.
Aunque durante los últimos 10 años la siniestralidad en Cataluña se ha reducido en un 60%, desde el SCT creen que es crucial la formación de los conductores, ya que el “factor humano” causa más del 90% de los siniestros. Un ejemplo de la importancia de la formación en la incidencia de los accidentes de tráfico son Alemania y Suecia, los países con menos accidentes en sus carreteras, y los que ofrecen una formación más avanzada y transversal.
En opinión de Joan Aregio el cambio en la normativa debería llevarse a cabo en toda Europa, aunque es consciente de que en cada país hay unas competencias diferentes normas diferentes sobre los límites de velocidad o de alcohol permitidos.
