El pasado 15 de enero se puso es marcha el límite de velocidad variable en Barcelona, que nació para lograr cumplir tres objetivos, reducir congestiones, mejorar la seguridad vial y contribuir a la mejora de la calidad del aire.
Después de este tiempo, en el que los conductores se han podido ir adaptando a este nuevo sistema de límites de velocidad, el Servei Catalá de Tránsit (STC) empezará, a partir del 1 de junio, a sancionar a los conductores que no respeten estos límites de velocidad variable, que se aplicando en la autovía de Castelldefels (C-31) como en la autopista del Garraf (C-32).
Estas vías donde se aplica el límite de velocidad variable disponen de paneles luminosos en cada kilómetro en los que se indica la velocidad a la que se puede circular en función de las condiciones del tráfico, de la vía o del clima, y quienes excedan la velocidad de esos límites recibirán la correspondiente sanción por exceso de velocidad.
Fuente: gencat.net