Afortunadamente cada vez vamos tomando una mayor conciencia de los riesgos que entraña la conducción bajo los efectos del alcohol, y si hace unos años muchos conductores se ponían a los mandos de sus vehículos tras haber bebido alcohol esta actitud cada vez es menos habitual.
Un claro ejemplo de ello que durante el 2009 de las más de 175.000 pruebas de alcoholemia que se realizaron en 2009 en Cantabria fueron positivas menos del 1% de ellas, concretamente dieron positivo en el control de alcoholemia el 0,9% de los conductores, lo que supone un importante descenso de las cifras de alcoholemia en los últimos años.
Agustín Ibáñez, delegado del Gobierno en Cantabria, ha declarado acerca de estos datos que es “un importante descenso en relación a 2004, año en el que se realizaron menos de la mitad de controles se detectaron más del 2% de positivos”
Para seguir luchando para reducir el número de conductores que circulan bajo los efectos del alcohol se entregaron dos nuevos vehículos dotados con equipos para el control de alcoholemia en los ayuntamientos cántabros del Astillero y Santander, con la entrega de estos dos nuevos vehículos ya son diez los municipios cántabros que cuentan con equipos para realizar los controles de alcoholemia cedidos por la DGT (Dirección General de Tráfico).
Bartolomé Vargas, fiscal de Seguridad Vial, quiso recordar que “no se puede bajar la guardia” y que “queda mucho camino por recorrer”