La crisis también afecta negativamente a las carreteras, de hecho, según el Estudio sobre Necesidades de Inversión en Conservación desarrollado por la Asociación Española de la Carretera (AEC) en los últimos meses de 2011, el estado de conservación de las carreteras se ha situado a niveles de 1985.
En los últimos meses se ha producido un peligrosos deterioro de las carreteras y actualmente su estado de conservación es deficiente.
El deficiente estado de las carreteras españolas:
- El patrimonio viario se ha deteriorado desde el 2005 en un 30%
- El estado del firme de las carreteras es el peor desde hace 25 años. Las carreteras automómicas son la peor paradas por la crisis, registran una caída de 31 puntos en su nota media con respecto al año 2005. En el caso de las carreteras nacionales se han perdido 17 puntos desde el 2005.
- La señalización vertical de las carreteras también suspende, la AEC estima que hay que reponer 325.000 señales
- En el caso de las señeles horizontales, sería recomendable repintar unos 50.000 kilómetros de marcas viales
- Las barreras metálicas instaladas en las carreteras mejoran levemente y consiguen un aprobado “por lo pelos”
- El elemento mejor valorado de las carreteras por la AEC es el balizamiento y le ortogan una buena calificación
Los efectos de este deterioro de las carreteras son, entre otros, el incremento del riesgo de sufrir accidentes, ls pérdida de competitividad interterritorial y con respecto a nuestros socios europeos, el aumento exponencial de los costes de reparación, el incremento de los costes de mantenimiento de los vehículos y el aumento de las emisiones contaminantes.
Además los conductores tendrán la necesidad de prestar más atención al pavimento, lo que provoca un aumento del cansancio y pérdida de percepción respecto de las circunstancias del tráfico, la vía y la señalización.
