Los accidentes de tráfico se pueden considerar una epidemia.
Según un informe de la Comisión para la Seguridad Vial de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA), cada año los accidentes de circulación matan a más personas que enfermedades como la malaria, y además suponen un elevado coste económico, cuestan más de 750.000 millones de euros, una cantidad equivalente a la de toda la ayuda que se destina a los países en desarrollo.
En la actualidad 1,3 millones de personas mueren al año en el mundo a causa de la siniestralidad vial y decenas de millones resultan heridas, unas cifras que, según la FIA, “podrían duplicarse para 2030 si no se toman las medidas necesarias”.
Además los accidentes de tráfico se han convertido en la principal causa de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años, y se podrían convertir en la primera causa de discapacidad y muerte prematura en niños de 5 a 14 años en los países en vías de desarrollo antes de 2015.
Cada uno de nosotros podemos contribuir a mejorar las cifras de siniestralidad vial, sin duda aún las administraciones tienen mucho que hacer en materia de seguridad vial, pero nosotros también podemos ayudar respetando las normas y señales de circulación y colaborando con el resto de conductores, son nuestras vidas las que están en juego.
