En el año 2007 se reformó el Código Penal para que los delitos contra el tráfico también pudieran ser condenados, desde entonces se supone que los conductores infractores tienen que pagar sus imprudencias con la prisión, para los delitos contra la seguridad vial más graves, o cumpliendo penas de trabajo en servicio de la Comunidad para delitos más leves.
Desde que la Reforma del Código Penal entrara en vigor se han llegado a dictar en torno a 60.000 condenas de trabajos en beneficio de la comunidad, pero… ¿realmente se están cumpliendo estas condenas?.
El 80% de las condenas por delitos de tráfico no llegarán a ejecutarse y en la actualidad hay más de 50.000 penas dictaminadas por haber cometidos delitos de tráfico que están sin cumplir, especialmente las penas que se tratan de realizar trabajos en beneficio de la comunidad, y el motivo no es otro que no hay plazas suficientes para cubrir el total de las penas impuestas, es decir la administración se ve desbordada por este tipo de sanciones.
En algunos lugares como ocurre en el caso de Oviedo, y gracias a ADISS (Asociación Destinada a la Investigación y a la Intervención Social), estas penas de trabajos en beneficio de la comunidad se puedes sustituir por talleres de educación vial en los que los conductores infractores repasan la legislación y las señales de tráfico.
Quizá la solución sea que este tipo de cursos se extiendan por todo el país.