Las mascotas se han convertidos en miembros de nuestra familia, y por eso en muchos casos circulamos con ellas.
Sobre cómo debemos circular con nuestras mascotas no existe normativa, pero lo que sí nos indica el Reglamento es que el conductor tiene que tener libertad de movimientos, debe tener el campo de visión libre y tiene que prestar atención a la conducción, aspectos que en muchas ocasiones nos pueden dificultar nuestros peludos amigos.
El tema de circular con las mascotas es bastante ambiguo, pero cuando viajemos con animales debemos pensar fundamentalmente en la seguridad, tanto en la nuestra como en la de la mascota.
La mejor forma de circular con un animal de compañía es llevándolo sujeto. Eso evita que si se produce una colisión el animal salga disparado y además viajará más seguro y cómodo, ya que no se caerá ni se moverá del asiento en caso de frenadas o curvas. Además llevarle sujeto nos asegura tener libertad de movimientos, nos permite mantener el campo de visión y al permanecer quieto no nos produce distracciones.
En las tiendas de mascotas se venden un sinfín de accesorios de sujeción, que se suelen anclar al cinturón de seguridad, que nos permite mantener a nuestro animal sujeto y que no suponen un desembolso muy elevado para nuestra economía.
Una opción bastante extendida es el uso trasportines que también nos asegura que animal no interferirá en nuestra conducción, este tipo de jaulas está más indicado para viajar en autobuses u otros medios de transporte pero no para nuestro propio coche ya que en caso de frenadas o curvas el trasportín se moverá, asustando a nuestro animal, además de tener un precio más elevado. En todo caso si nos decantamos por esta opción debemos tener en cuenta que nuestro adorado animalito se pueda poner de pie dentro de ella.
También se pueden poner barras de sujección para que no puedan acceder a los asientos delanteros, pero dependiendo del tamaño y del nerviosismo del animal nos puede restar campo de visión al saltar y distraernos si intenta acceder, aunque no pueda, a la parte delantera.
Una opción que nunca deberíamos barajar el transportar a la mascota en el maletero, ya que si se produce un fallo en la combustión podría inhalar gases que provocarían su muerte y se algún coche nos alcanza por atrás, los maleteros tienden a comprimirse para minimizar la acción del impacto y esta compresión también produciría la muerte de nuestro fiel amigo.
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