En muchas oportunidades nos toca salir a la calle o autopista y podemos ser sorprendidos por temporales. Ráfagas de lluvia, grandes vientos o nieve, en aquellos países que cuentan con este fenómeno, necesitan de un cuidado especial en materia conductiva.
A diferencia de la lluvia o la nieve, que se pueden plasmar o ir presagiando su comportamiento, como así también su afectación a la visibilidad; el viento es más comprometedor, al sorprendernos en cualquier momento. La fuerza del mismo, que puede hasta superar los 100 km/h en situaciones extremas, obliga a tomar medidas casi de supervivencia.
Los datos meteorológicos
El primer paso al momento de tener que salir a manejar es consultar la previsión del tiempo. De esta manera podremos tomar algunas decisiones con relación a reconocer si será peligroso o no salir a la calle. También tendremos un mayor consumo de combustible y una maniobrabilidad difícil.
Otro aspecto que puede ayudar mucho, en materia meteorológica, es conocer la dirección del viento. No solo por las ráfagas o mangas de viento que podrían formarse en los lugares por donde transitamos. También es esencial con relación al conocimiento desde donde estaremos recibiendo el fenómeno climatológico.
Aunque muchos de estos aspectos no son de carácter peligroso, dependiendo de situaciones como el estado del vehículo o la carretera, si no es algo que hagamos habitualmente. A esto se suma que manejar en estas situaciones requiere una concentración mayor de la habitual. Por ello, no encontrarse plenamente concentrado puede ser otro factor que resulte negativo o causante de alguna maniobra indeseada.
Poca velocidad y sin adelantamientos
Cuando nos toca llevar adelante la conducción en condiciones desfavorables, desde el punto de vista meteorológico, uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es la disminución de la velocidad. Muchas veces pretendemos seguir conduciendo al ritmo habitual y obviamos que contamos con un menor agarre al asfalto.
No debemos pasar por alto, al momento de manejar en temporales o situaciones climatológicas adversas, dos aspectos que también nos sumarán seguridad en el andar. Para ello es buena decisión circular por el centro del carril, debiéndose poner mayor cuidado en rutas estrechas por la falta de espacio para reaccionar.
Los adelantamientos son también un punto que debe tener particular cuidado. Los tiempos de frenado y aceleración cambian por completo. Por ello, no es recomendable maniobras de adelantamiento cuando las condiciones de tiempo no son las óptimas.