Acostumbrados al ruido de los coches por la calzada, se teme que la llegada de los coches eléctricos suponga un aumento de los atropellos en la ciudad. La ausencia de ruido en este tipo de vehículos, que se ha considerado siempre una ventaja, supone un grave problema de seguridad.
Por eso, hace años que los fabricantes de vehículos eléctricos buscan una forma de introducir en estos vehículos un sistema de sonido hacia el exterior, con el objetivo de alertar a los usuarios de la vía, como peatones y ciclistas, de su presencia.
Según recoge Elconfidencial.com, introducir este sonido debe responder a varios criterios:
- El sonido tiene que indicar la presencia del vehículo, sin que el usuario lo confunda con cualquier otro ruido habitual del entorno.
- El sonido debe permitir al peatón o al ciclista dónde está el coche, en qué dirección va y a qué velocidad.
- No debe ser un ruido muy molesto o alarmante.
- La estandarización de este sonido en todos los vehículos eléctricos nos permitiría a todos interpretar de forma rápida e intuitiva la presencia del vehículo, pese a la posibilidad de poder personalizar el sonido de nuestro coche.
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