Según la encuesta realizada por el Observatorio Español de Conductores DUCIT, elaborado por el RACE, a más de 3.400 automovilistas, el 22,5% de los usuarios no revisa el coche con la frecuencia recomendada por el fabricante. Casi 5 millones de turismos y 668.700 motocicletas estarían retrasando las revisiones por encima de los plazos recomendados y se estima que 550.000 vehículos en España circulan sin haber pasado ningún tipo de revisión.
A raíz de la crisis, los conductores reconocen que ha reducido las partidas presupuestarias en el mantenimiento del vehículo: uno de cada cinco automovilistas ha reducido mucho o bastante sus gastos relacionados con la revisión periódica del coche, y un 18,3% se ha visto obligado a retrasar el cambio de neumáticos por motivos económicos.
Todo esto conlleva un aumento del riesgo para los conductores y otros usuarios de la vía, por lo que es muy importante llevar al día las revisiones del vehículo.
La revisión del vehículo
- Comprobar el estado de los neumáticos, como la profundidad del dibujo, y la presión de los mismos (sin olvidar la rueda de repuesto). Hay que tener en cuenta la carga para ajustar la presión, y seguir las recomendaciones del manual del vehículo.
- Comprobar el nivel de líquidos: aceite de motor, refrigerante, frenos, dirección… Es aconsejable llevar un poco de aceite en el coche, por si es necesario rellenar el nivel
- Comprobar el estado de la dirección y frenos. Una inspección visual para chequear su estado. En el caso de detectar alguna anomalía, se debe acudir urgentemente a un taller para su revisión en profundidad.
- Comprobar el estado y ajuste en altura del alumbrado, sobre todo si se va a conducir de noche, y se lleva el coche cargado. La regulación se puede hacer normalmente desde el interior del vehículo, mediante las distintas posiciones de ajuste. Así se evita deslumbrar al resto de usuarios.