Dar clases de conducir en un vehículo privado a alguien que aún no tiene el permiso de conducir no sólo es una práctica prohibida, sino que además pueden conllevar penas de prisión de entre tres a seis meses y una sanción económica que puede llegar a alcanzar los 288.000 euros, y en caso de accidente el seguro del coche no cubriría ni los daños propios ni a terceros y el dueño del automóvil sería el responsable civil subsidiario ante el siniestro y “cómplice del delito”, pero a pesar de esto las “prácticas ilegales” cada vez son más frecuentes debido a la crisis.
La Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Logística, Transporte y Seguridad Vial (Formaster) ha hecho público un comunicado en el que afirman que la actual crisis ecónomica ha provocado que se pasen de entre 30 y 40 clases prácticas que necesitaba de media un alumno para aprobar el examen práctico de conducir, a recibir entre 18 y 24 en las autoescuelas, lo que no quiere decir que haya dejado de recibir el resto de prácticas sino que las reciben de forma clandestina, lo que ha hecho que durante los últimos años las prácticas en las autoescuelas se hayan reducido un 40%.
Anselmo Murado, presidente de Formaster, explica que estas prácticas pirata “siempre han existido”, pero, debido a la situación económica actual, muchos las utilizan “para reducir el coste del carné de conducir”.
Los días preferidos para hacer prácticas de conducir ilegales son los fines de semana o días festivos, utilizando el coche de algún familiar o conocido, siendo los lugares elegidos para hacerlas los polígonos industriales de las ciudades.