Ya hemos mencionado en otras ocasiones que uno de los efectos directos de la crisis económica es la reducción del gasto en el mantenimiento de los vehículos, y esa reducción del gasto también afecta a los neumáticos ya que cada vez son más los conductores que optan por la compra de neumáticos de segunda mano, lo que supone un riesgo para la seguridad vial.
En la actualiadad no nos resulta raro encontrar publicidad de establecimientos que venden neumáticos de segunda mano, para que nos hagamos una idea de lo que supone el mercado de la venta de neumáticos de segunda mano, en internet este negocio es 5 mayor que hace 4 años.
Al buscar “Tiendas de neumáticos de segunda mano” en el 2008 aparecían solo 16.400 resultados frente a los 92.100 que aparecen en la actualidad, pero es que además cada vez son más los usuarios que realizan este tipo de búsquedas, la demanda de información y el número de resultados ofertados en Internet ha crecido en torno a un 500% desde el año 2008, un indicador claro del comportamiento de este mercado.
La compra de neumáticos de segunda mano es realmente arriesgada porque aunque se encuentren en buen estado y no se ven desperfectos siempre han perdido prestaciones frente a los neumáticos nuevos. Además instalar una rueda que ya se ha amoldado al desgaste del coche que lo utilizó antes, produce en cualquier caso comportamientos anómalos como vibraciones, desgaste prematuro e irregular, menor estabilidad o incremento de la distancia de detención, y eso sin tener en cuenta que el neumático adquirido pueda tener desperfectos internos que no se ven.
Muchos conductores deciden primar el ahorro a la seguridad vial, pero si se paran a echar cuentas detenidamente se darán cuenta que el ahorro es casi inexistente, porque unque el precio de una rueda de segunda mano sea inferior, si tenemos en cuenta que también la profundidad de banda de rodadura es menor, realmente no existen grandes variaciones en lo que se paga por cada milímetro de banda de rodadura que podemos utilizar.