La crisis educativa vial está en plena vigencia en Perú, por lo que los políticos han afirmado el hecho de que se necesitaría una remodelación en un futuro próximo en cuanto a infraestructuras, prestaciones en educación vial, equipamientos en los parques automotores o las reformas institucionales adecuadas para promover una nueva relación entre la cultura y los baremos sociológicos y las buenas costumbres en seguridad vial aumentando el nivel de la concienciación social.
La mala situación económica en cambio, también ha afectado a los tratamientos en seguridad vial creando un menor presupuesto para todo tipo de remodelaciones y tratamientos educativos; sin embargo si ha habido tiempo y un mínimo presupuesto para crear campañas publicitarias de información, las cuales se llamarán “Cambiemos de actitud, respeta las normas de tránsito” creando una buena información que les servirá a todos los ciudadanos para crear una campaña de apoyo con la cual aumentar los sistemas de prevención, formando medios de pensar mucho más solidarios con los demás, con mucha más conciencia y conocimientos acerca de la conducción eficiente de este nuevo siglo.
Los responsables de la campaña educativa han hablado acerca de los múltiples beneficios que causarán en el público como aumentar la conciencia y responsabilidad personal ante la manera de conducir y los demás, creando una mayor solidaridad, además de aunar unos mejores resultados en las estadísticas de educación vial y análisis de accidentes provocados.
Los responsables de la campaña también han hablado del gran beneficio de aportar a sus ciudadanos los conocimientos necesarios para realizar una buena selección de buenos hábitos en conducción eficiente ya que si los ciudadanos los aplicaran se ahorrarían hasta un galón de gasolina por día y en tiempo tres horas y media de ahorro por semana, llegando antes a todos los destinos. Sin duda unas buenas prácticas que ayudarán a la creación de unos nuevos resultados anuales mucho más satisfactorios.