Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de doscientas mil personas mueren al año en América Latina en hechos relacionados con accidentes de tránsito, lo que significa una cifra mayor que las víctimas de la gripe aviar o la influenza.
Por este motivo dicho organismo declaró que de 2011 a 2020 será el decenio de la seguridad vial. Esto representa un verdadero reto para la región porque deben comprometerse a trabajar de manera más firme en programas que planifiquen, sensibilicen y generen una cultura de seguridad vial en las personas.
Es un trabajo muy difícil de cumplir porque la mayoría de las personas son muy poco sensibles a comprender los problemas reales que se generan cuando se maneja en estado de ebriedad o cuando no se respeta un semáforo o incluso cuando un peatón cruza de forma deliberada sin fijarse en el color de las luces. Hacen falta valores y lo peor es que en países como México se tiene la costumbre cada vez más generalizada de que es más económico rematar a una persona cuando se le ha atropellado a tratar de salvarle la vida ya que esto implicaría gastos de manutención y hospitalización por el resto de su vida y muchos conductores se regresan a rematar a los caídos.
Otro factor importante es la insensibilidad de las personas ya que al ver tantos accidentes a diario lo toman como algo normal de vivir en una ciudad tan poblada y después de la impresión inicial se olvidan del accidente y regresan a su vida rutinaria.
Los gobiernos de la región tienen una dura tarea porque deben invertir en rubros como la planificación de cada urbe y campañas de sensibilización constantes en la población. Esto es muy difícil de lograr ya que, entre otras cosas en la actualidad se le da toda la prioridad a los automovilistas dejando en los últimos rubros del presupuesto detalles tan importantes como la compra suficiente de señalamientos o puentes peatonales, por citar dos ejemplos.
Finalmente, según datos de la OMS, si los gobiernos no toman medidas eficientes sobre estos temas, para el año 2020 aproximadamente más de un millón de personas habrán perecido en los últimos 10 años. Actualmente cada hora fallecen en América Latina 14 personas víctimas de algún percance de tránsito. Y esto se vuelve más terrible si consideramos que los accidentes vehiculares pueden evitarse en un porcentaje del 90% si se toman las medidas pertinentes.
Recordemos además que después de un percance muchas personas pueden quedar mal de alguna parte de sus cuerpos convirtiéndose en una carga ya sea para el estado o para sus familiares que no pueden desampararlos.