Si el lector pudiera realizar una lista rápida de situaciones en las que ha sido víctima de la falta de ética de algunos conductores, se dará cuenta que pudiera ser interminable. Aunque se debe educar desde el hogar, y aún y cuando la ética del conductor sea uno de los pilares principales en los que se apoyan los cursos de diversas escuelas de manejo, hay un sinnúmero de conductores que prefieren ignorar las reglas de civilidad básicas.
Una de tantas situaciones que se ven a diario por las calles de cualquier ciudad, y que ha crecido en los últimos años, es el envío y recepción de mensajes de texto por las personas que se presume, deben conducir responsablemente. El dejar pasar esa actividad de riesgo, puede resultar también una falta de civilidad, puesto que dicho conductor podría ocasionar un accidente. En ese sentido, aquí se presentan algunas sugerencias para disminuir, o por lo menos intentar reducir ese tipo de conductas.
a) Acercarse amablemente al conductor o pedirle que baje su ventanilla y decirle amablemente que procure no distraerse, ya que podría ocasionar un accidente, sugiriéndole orillarse en caso de que su llamada o envío de texto sea muy importante.
b) Si tiene usted temor de acercarse a dicho conductor o le preocupa la forma en la que pudiera reaccionar, indíquele que está prohibido el uso de celulares y podría hacerse acreedor a una multa ya que la policía de tránsito se encuentra muy atenta en los últimos días.
c) Si se enfrenta a un conductor que maneje peligrosamente o no se despegue de su teléfono, trate de memorizar las características del auto y de la placa y comuníquese de inmediato con la policía.
d) Recuerde usted también esas reglas, sus hijos aprenderán con el ejemplo.
La educación vial es de todos.