¡¡NOVEDAD!! SIMULADOR DE CONDUCCIÓN PARA ESCUELAS DE MANEJO. Infórmate sin compromiso enviando un correo electrónico a info@drivesimsimulator.com


1. Sistema de Apertura de puertas: la delincuencia se ha especializado y con ello nuestra seguridad se ve vulnerada. Algunos fabricantes han realizado mejoras a los nuevos modelos de automotores, como es la eliminación del seguro de la puerta, lo que evita que el sistema de apertura pueda ser manipulado a través de los cristales. Los sistemas de cierre centralizado son básicamente aquellos en que el sistema de apertura se bloquea aún cuando los cristales han sido rotos, situación en la que quizás únicamente correrían peligro sus pertenencias y no se ejecutaría el robo del automóvil.

2. Seguro del volante: los modelos recientes cuentan con un seguro del volante, el cual es un dispositivo que impide la maniobrabilidad de la dirección del vehículo en caso de que éste sea puesto en marcha sin la llave autorizada.

3. Marcado de autopartes: los fabricantes han puesto verdadero interés en el marcado de cristales y autopartes de sus unidades, esto con el fin de disuadir el robo del vehículo y agilizar la localización e identificación del mismo. Este marcado consta de un número VIN, con el que es imposible realizar un re-marcado.

4. Alarmas: en la actualidad se han incorporado sensores de ultrasonido que emiten señales visuales y auditivas cuando el vehículo está siendo vulnerado, ya sea mediante una rotura de cristal o la presencia de una llave no autorizada. Algunos modelos recientes activan la alarma automáticamente una vez que el conductor ha descendido del automóvil.

5. Inmovilizadores electrónicos: son dispositivos que regulan la puesta en marcha del motor, y en el caso de que este intente ser realizado con una llave no autorizada, es bloqueado todo el sistema. Este tipo de sistema se llama Transponder, se activa de manera automática 30 segundos después de que el conductor ha apagado el motor. El funcionamiento reside en un pequeño chip insertado en la llave del motor, el cual no necesita batería para su funcionamiento, ya que establece una comunicación con el módulo de control del automotor a través de una antena ubicada en el cilindro de ignición. Una vez verificado y autorizado el código, el vehículo se pone en marcha.

6. Localizadores: sistemas como Lo Jack utilizan localizadores vía radiofrecuencia, lo que permite recuperar un vehículo, independientemente si fue robado en un asalto o mientras estaba estacionado. Este sistema no inmoviliza el vehículo, pero a través de la radio frecuencia se activa una señal que permite rastrear la unidad, siempre que se encuentre dentro de la cobertura del sistema, elevando así las posibilidades de recuperación del vehículo. Otros localizadores utilizan ya el GPS instalado al interior del automóvil, pudiendo ser localizado a través de mapas digitalizados.


La ingeniería de tránsito y carreteras es una rama de la Ingeniería del Transporte, en la que se estudian las técnicas para operar y mantener los sistemas de transporte de forma segura y económica, planificándolos, diseñándolos, construyéndolos, operándolos y conservándolos.

Uno de los cinco componentes principales de la modalidad de transporte por carretera es el conductor, los otros cuatro son el peatón, el vehículo, el camino y la bicicleta. Los ingenieros del transporte y de tránsito, consideran estos cinco componentes muy determinantes para el diseño de las carreteras.

En cuanto al conductor, deben analizar sus habilidades y su capacidad de percepción en las carreteras. Por habilidades se refieren a las capacidades del conductor para ver, oir, evaluar y reaccionar a la información, mismas que varían en condiciones como el cansancio, la hora del día, o bajo la influencia del alcohol o las drogas. La evaluación y reacción del conductor a la información que recibe en las carreteras es visual y cambia constantemente, siendo imperativo para los ingenieros de tránsito y carreteras, tener conocimientos específicos respecto a la percepción visual del conductor, cuyas características son: la agudeza visual y la percepción auditiva.

El proceso por el cual un conductor, ciclista o peatón reacciona y responde a un estímulo se divide en 4 subprocesos: percepción, identificación, emociones y reacción o resolución. El tiempo que transcurre desde la percepción hasta la reacción, es llamado tiempo PIEV o de percepción-reacción.

El tiempo del PIEV es un factor importante para una reacción rápida, por ejemplo, de la distancia de frenado, determinando así la distancia visual mínima a la que se debe localizar una señalización determinada, la reacción o tiempo de respuesta varía de 1.26 a 3 segundos, lo que nos demuestra la importancia de la ingeniería del transporte, la cual se torna cada vez más necesaria e importante para el diseño de carreteras más seguras.



Los límites de velocidad son generalmente determinados por los gobiernos de los países pero, ¿en qué se basan dichos parámetros?

Las velocidades seguras de desplazamiento dependen tanto del tipo de infraestructura vial y del tipo de tráfico que exista en esa área. Los límites que fluctúan entre los 30 y 40 kilómetros por hora, son fijados en ubicaciones donde podría darse un conflicto entre automóviles, peatones y/o ciclistas. Entre los 50 y 60 kilómetros por hora se fija en intersecciones donde pueden presentarse accidentes laterales entre automóviles. Para carreteras donde pudiera darse un impacto frontal entre automóviles, que son por lo general de dos vías, el límite de velocidad es de 70 a 80 kilómetros por hora. Aquellas carreteras donde la posibilidad de impacto frontal o lateral es muy remoto, no suelen fijarse límites, o estos fluctúan entre los 100 y 120 kilómetros por hora, en tal caso solamente podría darse un impacto contra la infraestructura vial.

La velocidad y el descuido son las principales causas de los accidentes, es por ello que existen límites que deben respetarse, sin embargo, esto no se da en la práctica. La única forma de lograr que las leyes se cumplan y se respeten los límites de velocidad es mediante una educación integral y completa por parte de las escuelas de manejo, por parte de los gobiernos a través de campañas de seguridad vial, y la tarea de los padres es educar a los hijos con el ejemplo, evitar violar las leyes de tránsito.

América Latina aún tiene un gran camino por recorrer y muchos errores que subsanar, es una pena que la Comunidad Europea, que es de relativa «reciente creación», cuente con una página específica denominada «Seguridad Vial para la Comunidad Europea« (European Comission Road Safety en inglés), en la que existen infinidad de recursos, estadísticas, estudios y consejos con respecto a la Seguridad Vial, y en América Latina, hasta apenas 2004 pudieron realizarse estadísticas completas sobre diversos índices relativos al tema, y que en esa misma fecha la ONU haya instado a las naciones latinas a reformar sus leyes y procurar la seguridad vial.


Es una lesión causada por un choque inesperado en la parte trasera del automóvil y que provoca un impulso repentino del vehículo. El conductor se encuentra relajado, pero por el impulso del golpe, su tronco es impulsado con la misma velocidad y dirección, pero la cabeza, sufre una hiperextensión y a su vez una hiperflexión. Básicamente es un vaivén descontrolado de la cabeza, lo cual afecta directamente al cuello, ya que los tejidos blandos de éste se lesionan por la sacudida repentina. Este movimiento tensiona los músculos y los ligamentos del cuello más allá de su rango normal de movimiento.

Esta lesión puede pasar desapercibida al momento del choque, sin embargo después se presentan diversos síntomas como dolor cervical, cefalea, mareos, trastornos cognitivos cerebrales, y molestias musculares, lo que se conoce como el Síndrome del Latigazo Cervical.

Curiosamente, diversos estudios han arrojado que el uso del cinturón de seguridad ha elevado la inciencia de estos esguinces cervicales. En 1993, los doctores Borbeau y Cols, estudiaron a 3927 pacientes, determinando que aquellos que usaron el cinturón de seguridad, tenían un riesgo mayor de sufrir esguince, pero una tasa 3 veces menor de sufrir fractura cervical.

Un ajuste adecuado del apoya cabeza en el asiento, puede disminuir las lesiones por hiperextensión, mas no aquellas que se generen por hiperflexión.

El Síndrome del latigazo cervical tiene severas consecuencias en la salud del adulto, como vértigo, zumbidos o taponamiento de los oídos, trastornos de la vista como fotopsias, lo que también puede ir acompañado de otras lesiones musculares, hemorragias internas, hernias discales o roturas de vértebras. En los niños se sabe que pueden tener secuelas más graves: hemorragias internas, lesiones medulares o desprendimiento de órganos vitales. Sus consecuencias pueden ser tan graves que deterioren la calidad de vida del paciente, pues los dolores pueden ser muy intensos, pudiendo provocar en las personas crisis de ansiedad o depresión.


En México cada 30 minutos muere una persona a causa de un accidente de tránsito, convirtiéndose en la cuarta causa de muerte en este país, el tercer motivo de decesos entre la población varonil y el quinto entre la población femenil. En cuanto a los niños, representa la primer causa de muerte de aquellos cuyas edades fluctúan de 1 a 4 años de edad, y en jóvenes de 15 a 29 años.

Causas y  autoescuelas

Estas estadísticas hacen pensar al lector en cuáles serán los motivos o el trasfondo de las causas de los accidentes de tránsito, siendo importante destacar que desafortunadamente, las autoridades tanto locales como federales, no han implementado leyes más estrictas con respecto a los cursos de manejo, pues gran parte de los conductores han aprendido a manejar a través de sus padres o alguna otra persona que no cuenta con los conocimientos específicos para educar dentro de lo que son los parámetros mínimos de la seguridad vial, y aprendiendo con ello los mismos vicios de quien enseña.

Tampoco se ha puesto interés en la calidad de los cursos de algunas escuelas de manejo, tal es el caso de aquellos cursos intensivos de 10 horas, en los que no es posible abarcar la totalidad de los conocimientos básicos que debe aprender un conductor responsable.

Falta de cultura sobre seguridad vial

Por otro lado se encuentra el factor cultural. En México existe una cultura de la irresponsabilidad no conciente. Quizás cuestiones como dejar las cosas para mañana o promover la corrupción entre agentes de policía y conductores irresponsables, sean simplemente conductas para aligerar las arduas tareas cotidianas, pero forman parte de un problema aún más serio, como lo es la falta de reconocimiento de la responsabilidad personal en un accidente de tránsito, no afrontar la culpabilidad y buscar siempre pretextos para no reconocer los grados de responsabilidad que le corresponden a cada individuo de la sociedad.

Cuestiones más comunes como la fatiga, el estrés, la impuntualidad, el consumo de alcohol y drogas, son factores que facilitan los accidentes, los que en muchos casos pueden ser previsibles y más aún evitables.

Vale la pena hacer un análisis y tomar en cuenta que la seguridad vial es cosa de todos.