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En la entrega de hoy hablaremos de una  ciencia que se dedica a analizar el comportamiento de la mente humana como receptora de significados emitidos por distintos modelos de significantes. La disciplina en cuestión, la Semiología, analiza, efectivamente, el sentido emitido por cierto signo o símbolo es el que realmente intenta emitirse o se necesitan determinados ajustes en su expresión gráfica.

Aspectos generales del estudio

El estudio semiológico del signo en las señalizaciones viales está dividido en dos partes bien definidas; a saber:

a)      La Semiótica: Relacionada directamente con la simbología gráfica de los símbolos y signos no lingüísticos.

b)      La Semántica: está dedicada exclusivamente a la esfera de la comunicación lingüística

Pero, en términos generales, la semiología es la encargada del estudio de los dispositivos viales para determinar si estos transmiten correctamente la información. A través del tiempo, la incorporación de esta disciplina a la señalización urbana ha permitido perfeccionar el funcionamiento de los gráficos para lograr así una comunicación eficaz.

Es esta fluidez en la comunicación la que permite generar un entorno más seguro a los peatones y vehículos que circulan en las vías de las ciudades.

El signo en cuestión

Pero ¿cuál es el concepto básico de “signo”? Podríamos resumirlo diciendo que se trata de una representación que está en lugar de otra cosa, que está allí para hacernos saber de qué se trata; es la síntesis de una idea trasladada de un lugar a otro. Para que se entienda pongamos un ejemplo: si vamos transitando por una carretera y advertimos un cartel amarillo con un niño dibujado dentro, interpretamos que nos acercamos a una zona de escuelas y por lo tanto debemos disminuir la velocidad y prestar más atención a la circulación. Esa sería una correcta interpretación del signo gráfico.

Lo que se consigue con el signo es transmitir información precisa y concisa de forma que pueda ser asimilada por nuestro cerebro de manera rápida y poder tomar así, decisiones al respecto.

 

 


En algunas universidades catalanas pronto será posible tomar cursos para aprender Seguridad Vial y esto le permitirá al alumno obtener créditos de libre elección para sus carreras.

El programa universitario de Conducción Segura y Seguridad Vial impulsado por UPC, la UB y la UAB está siendo apoyado por el Servicio Catalán de Tránsito.

Además algunas compañías aseguradoras van a reconocer específicamente estos cursos y ofrecerán descuentos y condiciones ventajosas para contratar seguros a quienes obtengan estos créditos.

El curso diferencia las opciones de turismo y de moto

La parte teórica está diseñada para seguirla por Internet y la práctica consta de 15 horas presenciales en el circuito que está instalado en Castellolí.

Cualquiera de los estudiantes de las universidades mencionadas podrá acceder a esta formación con el único requisito de posesión del permiso B para conducir con seis meses de antigüedad.

Una iniciativa en el sentido correcto

Esta iniciativa constituye el primer paso para considerar la Educación Vial como una materia más en el entramado de la formación de los ciudadanos.

Cuando hablamos de formación en Educación Vial y vemos programas concretos y acciones en ese sentido, nos damos cuenta del impacto que éstas pueden tener en la sociedad.

Sería deseable que simultáneamente a estas experiencias a nivel terciario de la formación no se retiren o disminuyeran las horas que se dedican a nivel escolar a este tema tan importante, ya que a tempranas edades hay campo muy fértil para sembrar las semillas que produzcan la seguridad vial del futuro.

Es muy importante que a cada nivel donde se pueda hacer, se trabajen junto al alumnado conceptos como transporte privado y público, medios de protección, disposiciones de tránsito, elementos de circulación vial y primeros auxilios en caso de accidentes.

Estos elementos, así como valores y actitudes como la autoestima, el respeto mutuo, la responsabilidad individual y colectiva, el cumplimiento de las normas y la valoración de la integridad, de la salud, de la vida personal y social, van a ir cimentando los cambios que son necesarios para re-educarnos en el sentido correcto y poder enfrentarnos adecuadamente a los problemas del tránsito.


Hoy nos estamos planteado el análisis del rol de las academias de conducir en el trabajo de bajar la siniestralidad en el tráfico.

¿Son las academias un ámbito adecuado para trabajar positivamente este tema?

Desde nuestro punto de vista respondemos que sí, ese perfil es uno de los más importantes de una buena auto escuela.

A la hora de implementar una política de seguridad vial creemos que las academias de conducir deberían constituirse en el primer eslabón de una cadena que apunte a la prevención de los siniestros en el tránsito.

Todo aquel que desea entrar en el ámbito de la vía pública como conductor debe poseer una serie de conocimientos que lo pongan a salvo de cometer errores que lo conviertan en un suicida u homicida y que refuercen valores de responsabilidad personal y social cuando se está al volante de un vehículo.

La importancia del rol educativo

Los tiempos cambian y con ello las características del tránsito y de los planes educativos para conductores.

El parque de automotores se moderniza día a día, la cantidad de personas que deben trasladarse para trabajar, estudiar o simplemente pasear han aumentado en forma considerable y por lo tanto la exigencia de dotar a todos los conductores de mayor dominio del vehículo es absolutamente urgente.

No estamos pensando solamente en los nuevos conductores, sino en la totalidad de personas que se desempeñan en las calles y rutas, profesionalmente y en forma particular.
A estos efectos es que consideramos muy importante que en forma constante los conductores deben tomar clases teórica obligatoria.En ellas se deben contener varios aspectos referidos no solamente a normativas de tránsito, sino también a la prevención de los peligros que el tránsito actual presenta.

Debemos brindarle al conductor las herramientas que necesita para enfrentarse exitosamente a una actividad que cada día es considerada como de alto riesgo.La ignorancia, desidia o negligencia del conductor deberían eliminarse totalmente del sistema de tránsito y las academias para ello juegan un rol fundamental.

Tradicionalmente se pensaba que un conductor debía aprender a dominar su máquina, actualmente lo que debemos trabajar es sobre la actitud de los actores en el tráfico, y eso es puramente educación, ya no caben dudas.

¿Que es lo que se puede hacer?

Lo primero es conocer el interés del postulante para obtener una licencia de conducir.Con ello se podrá planificar adecuadamente el proceso educativo necesario para que logre su objetivo, puede ser por trabajo, como medio de transporte familiar o personal, etc.

Alcanzar este objetivo requerirá de una estrategia de trabajo que cada instituto seguramente tiene implementada, lo fundamental es que incluya la preparación adecuada para que cada aspirante se convierta en un conductor seguro.


Madrid tendrá el primer circuito de educación vial homologado

Esta semana el Ayuntamiento de Valdemoro informó acerca de la puesta en funcionamiento del primer circuito de educación vial homologado por la Dirección General de Tráfico española (DGT).

En el mismo se desarrollarán las clases prácticas que se imparten a los niños de entre 5 y 16 años. Estos cursos darán inicio junto con las clases curriculares de las escuelas en el mes de setiembre y serán el apoyo ideal a las clases teóricas que ya reciben estos escolares.

Hasta el momento alguna de estas prácticas se realizaban en circuitos móviles armados especialmente para los cursos, pero a partir de ahora, en más de mil metros cuadrados de terreno se podrá centralizar toda esta actividad.

Ubicación del circuito y objetivos de esta iniciativa

El circuito está ubicado en el Centro de Emergencias de Valdemoro especialmente adecuado para este tipo de prácticas y según el concejal de Seguridad y Transportes don Manuel Salguero, se han hecho los arreglos para convertirlo en un parque infantil de tráfico, donde los alumnos “podrán disfrutar de una actividad educativa y también de ocio.”

El gran objetivo de esta iniciativa es que los escolares reciban una educación vial lo más completa posible y que puedan realizar una buena práctica junto a los agentes de la Policía Municipal.

Hace varios años que estos agentes se están trasladando a los distintos centros educativos para impartir sus clases, a partir de esta temporada, en un circuito propio se podrán realizar más y mejores acciones educativas ya que está prevista la atención de unos treinta chicos y chicas simultáneamente.

Se han preparado una batería de acciones educativas elaboradas con elementos multimedia para apoyar las clases y que se recuerden mejor las normas básicas de seguridad, como el uso obligatorio de cinturón o cascos y reforzar las actitudes positivas ante situaciones de riesgo, ya sea que los niños viajen como pasajeros o sean peatones.

En este nuevo circuito especialmente diseñado, se contarán con dos carriles por los que circularán cuatro vehículos que han sido comprados recientemente por el propio Ayuntamiento

Son automóviles sin motor, por obvios motivos de seguridad, dotados de pedales para que los alumnos puedan practicar y familiarizarse con los distintos elementos que participan del tráfico.

En el circuito se establecerán distintos escenarios, dotados de señalizaciones horizontales y verticales y con la participación de bicicletas y otros vehículos normales en el tránsito de cualquier ciudad.

Sin dudas se trata de una iniciativa educativa y formativa orientada en el sentido correcto para preparar mejor a los actores de un sistema de tráfico que día a día se moderniza y profesionaliza más.


La conducción de un vehículo siempre supone un riesgo potencial; no solo por nuestras características o estados particulares como conductores, sino también por las de aquellos otros que circulan en la vía. Es una condición ideal y primordial que cada usuario determine su propio estado (ya sea anímico, físico o mental) y decida bajo su responsabilidad si está en condiciones óptimas para hacerse cargo del vehículo.

Minimizando riesgos de accidentes viales

Son numerosos los factores que inciden en nuestro comportamiento a la hora de conducir. Si bien la práctica es el más importante de todos, no siempre la persona está en las condiciones deseadas para manejar. A continuación enumeraremos algunos consejos para que al emprender un viaje, se reduzcan al mínimo las posibilidades de un siniestro.

Se recomienda que antes de emprender un viaje extenso se descanse apropiadamente: es ideal dormir unas 8 horas en condiciones cómodas y tranquilas. Los especialistas indican, además, que el horario más apropiado para emprender un viaje largo comienza a partir de la salida del sol y no es para nada apropiado iniciarlo en horas de la noche, pues  la salida y la puesta del sol generan cierto efecto de relajación o sopor altamente peligroso.

Se recomienda apartar el vehículo y descansar lo suficiente al momento en que el conductor le da el sueño. En estos casos es muy habitual que quien conduce se sienta somnoliento y acelere para llegar más rápido a destino, pero un instante micro-sueño (pequeños lapsos de inconsciencia que se dan a causa de una gran fatiga, aun con los ojos abiertos) puede causar un accidente en forma casi instantánea.

Algunos consejos más

-No olvide jamás utilizar el cinturón de seguridad, no solo porque está establecido legalmente, sino también porque es vital en caso de siniestro.

-Tampoco conduzca si ingirió bebidas alcohólicas o estupefacientes.

– Los niños siempre deben viajar en el asiento trasero

– Realice un chequeo completo del vehículo antes de viajar para evitar problemas en ruta.

Nunca olvide que nuestra seguridad depende solo de nosotros mismos. Sea un conductor responsable.