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Si no se pone freno a los accidentes de  tránsito en Paraguay, en cinco años todas las familias de este país contarán con una persona muerta o lesionada grave a causa de un siniestro vial, según las estimaciones de los expertos, que recomiendan invertir en prevención.

En la actualidad, la asociación Seguridad en Rutas (SER), dedicada a apoyar a víctimas y familiares de accidentes, ya estima que el 50 por ciento de las personas discapacitadas del país están así a causa de accidentes, por lo que aseguran que invertir en prevención y en mejoramiento de calles y carreteras es salvar vidas con seguridad.

Gran parte de las personas que resultan lesionadas de gravedad además circulaban en motocicletas por lo que desde SER instan a las empresas fabricantes de motos para que inviertan en responsabildad social y ofrezcan máscursos de manejo a clientes, además de intensificar las camapñas para el uso de casco y chaleco, ya que muchas de las personas que compran una moto desconocen las normativas de criculación.

Más de mil muertes anuales

Además, instaron al estado a hacer más por la prevención, ya que hacerse cargo de las lesiones supone un enorme gasto en salud pública, pero en este momento solo la ciudad capital, Asunción, cuenta con un departamento de Educación Vial.  Por ello, otra de las necesidades en Paraguay es una ley de tránsito que sea efectiva a imponga la educación vial desde la escuela.

Al año se registran en el país suramericano más de mil muertes y 12 mil lesiones graves que podrían prevenirse, ya que en el 95 por ciento de los casos la responsabilidad fue del factor humano. En la mayor parte de los casos hay una velocidad excesiva, las personas no llevaban puesto el cinturon  de seguridad, y en el caso de los niños no se usaban sillas especiales de sujección. Otra causa con bastante incidencia es el uso del alcohol en conductores, explica la organización SER, que cumple 11 años de realizar incidencia en la sociedad apraguaya para evitar más muertes y lesiones.


Las estadísticas no engañan: nueve de cada diez accidentes se producen por distracciones al volante y errores humanos, que son completamente evitables y pervenibles, según reflejan los datos del Centro de Experimentación de Seguridad Vial (CESVI) de Argentina, que ante la gran cantidad de catástrofes viales ha realizado un estudio de investigación de las causas de estos choques en todo el país en base a un repaso de accidentes y estadísticas desde 1996 a la fecha.

Errores humanos VS errores mecánicos

De este modo, en el cesvi han llegado a la conclusión de que el 87 por ciento de las colisiones se producen por exceso de velocidad, distracciones e invasiones del carril contrario, frente al 2 por ciento que se producen por fallas mecánicas en los vehículos. Es decir, un 87 por ciento de errores humanos, frente a un 2 por ciento de errores del vehículo.  El 11 por ciento que resta se puede achacar a la mala calidad o mantenimiento de la infraestructura vial o a las condiciones del clima.

De entre este 87 por ciento de errores humanos, el error más común es la invasión de carril que ocasiona el 38 por ciento de sieniestros. El cansancio y las distracciones causan el 18 por ciento de choques, mientras que un 11 por ciento se deben a maniobras abruptas. Estas distracciones se pueden producir en tan solo dos segundos que se convierten en mortales para los conductores y quienes se crucen en su camino. Para evitar el cansancio o las distracciones se recomienda hacer una parada cada tres horas o 200 kilómetros, aproximadamente.

Otras causas

La ausencia de respeto de las señales de tránsito genera el 10 por ciento de accidentes mientras que saltarse la prioridad de paso causa el 8 por ciento.

En cuanto a la localización de la mayor parte de siniestros, encabeza la lista Buenos Aires con el 42,9 por ciento, seguido de Santa Fe con el 14,4 por ciento, y Córdoba con el 10,5 por ciento. La siguiente es Entre Ríos. Todas son provincias por donde circula mucho transporte de mercancías y pesado.

 


El próximo domingo 4 de septiembre los vehículos deberán quedarse en sus garajes en Bolivia ya que se celebrará el Día del Peatón y el Ciclista en Defensa de la Madre Tierra, instaurado por la Ley 150, que dejará fuera de circulación al menos a 32 mil 800 vehículos de transporte público, además de los particulares.

Sanciones a quien no cumpla

Aquellos vehículos que incumplan la norma y salgan a circulación serán multados, alertaron las autoridades de Tránsito, que instalarán controles para controlar el cumplimiento. Según lo establecido, entre las 00.00 y las 18 horas del domingo, los vehículos que circulan con combustibles no pueden movilizarse. Aquellos que sean sorpendidos, serán retenidos y enviados al depóstito de  la Unidad Operativa de Tránsito, a donde sus dueños podrán acudir a recuperarlos después de las 18 horas del domingo.

Las autoridades de tránsito entregarán 500 permisos excepcionales, que serán los únicos vehículos que podrán circular ese día, y no podrán hacerlo a una velocidad superior a los 50 kilómetros por hora. El objetivo de este día es concienciar a la ciudadanía sobre la necsidad de cuidar el medio ambiente así como reducir los niveles de contaminación de la ciudad. Según los datos oficiales, un día sin circulación vehicular, puede reducir los niveles de contaminación del aire hasta un 30 por ciento.

Sectores en desacuerdo

Sin embargo, no todos los sectores se han mostrado satisfechos con la medida, pues hosteleros, gremiales de turismo  y colectivos de transporte han mostrados us descontento con este día porque paralizará la ciudad y dificultará el movimiento de miles de personas, aunque anunciaron que cumplirán con las restricciones.

El día del Peatón y el Ciclista se celebrará en todo el país pero especialmente en las cuatro ciudades más importantes del país: La Paz, Sucre, Cochabamba y Santa Cruz. Esta iniciativa nación en Cochabamba hace 13 años, y este año por primera vez, tras convertirse en ley, se extenderá a todo el país.

Cristina Bonillo


Los jóvenes conductores son en la mayoría de países de América Latina las principales víctimas y causantes de accidentes mortales o graves, y en muchas ocasiones, también son los que más se saltan el respeto a las normas de circulación, como demustran la gran cantidad de accidentes que se producen los fines de semana donde noche, alcohol, vehículos y joven es un cóctel que pocas veces da buen resultado. Esta situación se reproduce prácticamente todas las ciudades del continente. Es por ello que los expertos recomiendan comenzar con la educaicón vial desde la infancia, para crear así una cultura vial que no es fácil de adquirir cuando se es conductor.

Accidentes: primera causa de muerte en jóvenes

En Argentina por ejemplo las estadísticas del Observatorio de Seguridad Vial revelan que los siniestros de tráfico constituyen la primera causa de muerte y lesiones graves entre los jóvenes de entre 18 y 24 años. El 20 por ciento de todos los accidentes que ocurren en el país lo sufren los conductores en este rango de edad, aunque solo son el 10 por ciento de la población conductora. Los conductores que myor riesgo representan para la seguridad vial son aquellos que tienen entre 15 y 34 años, por ello, generalmente son quienes pagan más por asegurar su vehículo.

Según otro estudio realizado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, los jóvenes son imprudentes, confiados, atrevidos, y poco concientes de ello. Así, el 37% de los conductores menores de 25 años considera que las imprudencias no dependen de ellos.  El mayor peligro es que muchos jóvenes no ven el peligro: el 61 por ciento cree que  no hay riesgo de que le ocurra un accidente.

Reconocen infracciones

Los peores datos son los que confirman que los jóvenes cometen más infracciones, pues el 33 por ciento reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol, mientras el 84 por ciento reconoce haber sobrepasado alguna vez la velocidad permitida. El otro 26 por ciento considera que siempre circula por encima de la velocidad pemirtida. Otras conductas que generalmente están arraigadas en los conductores jóvenes son el uso del celular u otros aparatos distractorios mientras circulan.

Por ello es importante conocer estos comportamientos y tratar de sacarlos de la mentalidad de los jóvenes a través de la educación vial y la capacitación. De hecho, la mayoría de personas que acuden a una escuela de conducir son jóvenes menores de 30 años, por lo cual, corregir estas conductas es vital para reducir la tasa de accidentalidad de los países latinoamericanos. Asimismo, implementar programas de cultura vial en las escuelas, puede ayudar a formar futuros conductores más responsables.


No es un concepto muy desarrollado aún en América Latina, pero en otros continentes, la conducción verde o eco-conducción ya ocupa amplios lugares en normativas, libro de texto de autoescuelas y exámenes para obtener el permiso de conducción. Por ello, introducir cursos de este tipo de manejo en la escuela de conducción puede suponer una pequeña ventaja frente al resto de competidores, especialmente si se logra captar de este modo a la clientela más ocnienciada con el ahorro de energía y el respeto al medioambiente.

Diferencias entre conducir y eco-conducir

La diferencia es que los cursos de las autoescuelas generalmente enseñan a usar un automóvil de acuerdo con las normas de circulación, evitar acccidentes y hacer que la circulación sea lo más fluida posible, mientras que los cursos de conducción verde incluyen partes del mantenimiento, el costo de la conducción, y la seguridad en relación al Medio Ambiente, y pueden incluirse dentro del temario a aprender en las escuelas de conducción.

Generar conciencia ‘verde’

Aunque las medidas de eco conducción pueeden parecer pequeñas, si millones de conductores en el mundo las aplicaran podría producirse un ahorro de combustible considerable, con la consecuente reducción de las emisiones de gases contaminantes, lo que podría tener un gran impacto en  el cambio climático. La conducción ecológica debe ser un hábito que se inculca desde la juventud, para que no cueste adaptarse a estas pequeñas ténicas.

Algunas de las prácticas que se enseñan en un curso de conducción verde son por ejemplo a dejar distancia entre los vhículos con objeto de frenar y acelerar menos, lo cual consume menos, frenar despacio y no acelarar brucamente, apagar el motor para repostar y asegurarse que el depósito queda bien tapado para que no se evapore el combustible,  cerrar ventanillas para educir el rozamiento con el aire que genera mayor consumo de combustible, reciclar líquidos y partes del automóvil, conservar el dibujo en los neumáticos, y otras muchas técnicas.

Cristina Bonillo