Las mujeres embarazadas que conducen o que viajan como acompañantes no están exoneradas del uso del cinturón de seguridad en los automóviles.
Sin embargo, deben recordar que para una correcta protección propia y de sus bebés, deben instalar en los cinturones un cojín especial.
Estos cojines generalmente no se venden en las tiendas especializadas en automóviles, probablemente por razones de machismo solamente encontraremos en ellas los accesorios más variados y las últimas tecnologías en medidores, pero nada para las futuras mamás.
Con la mejor de las suertes podremos hallar una serie de sillitas para trasladar a nuestros bebés en el asiento trasero. Esto está muy bien, pero mientras nacen ¿que alternativas tenemos?
Por lo expuesto, lo mejor es allegarnos a una tienda de bebés y pedirles ayuda. Aproximadamente al mes de gestación, una futura madre ya empieza a sentir molestias con la banda horizontal que le oprime la panza y la incomoda.
Por el momento puede intentar bajarla lo más posible y que la presión la reciba su pelvis. Sin embargo, en cuanto se mueven un poco el cinturón tiende a subirse y hay que acomodarlo nuevamente, y asi varias veces en todos los viajes.
El mercado ofrece opciones
Hay varios modelos en el mercado pero todos son similares, presentan algunas pocas variaciones. Se trata de un cojín que tiene una hebilla y sobre el que debe sentarse la futura mamá. La hebilla se utiliza para fijar el cojín al asiento, de manera que no se deslice durante el viaje.
El dispositivo también tiene unos enganches por los cuales se debe hacer pasar el cinturón de seguridad, de forma tal que éste siempre deba bajar cuando pasa delante de la panza de la embarazada.
De esta forma nos aseguramos que el cinto cumpla con su función de seguridad y no presione en forma molesta.
Este cojín puede instalarse en los asientos delanteros o traseros del vehículo y su precio aproximado en el mercado ronda los 50 euros.