Originaria del latín, la palabra amaxofobia significa “temor a los carruajes”, lo que traducido a nuestros tiempos equivale al miedo a conducir. Se trata de un trastorno de la salud emocional que afecta a un tercio de los conductores a nivel mundial, que incluso puede llegar a impedir que desarrollen su vida con normalidad por la fobia a conducir cualquier tipo de vehículo.
Síntomas
La amaxofobia se manifiesta en distintos grados, que pueden ser acordes a la causa que provocó el trastorno. En general, los síntomas que tienen quienes sufren esta fobia son:
- Ataques de pánico
- Ansiedad y agitación
- Sudores y escalofríos
- Palpitaciones, temblores y taquicardia
- Fuertes dolores en el estómago
- Irrefrenable sensación de descontrol
Además de estos síntomas particulares, muchas veces encontramos manifestaciones de la amaxofobia en actitudes de descontento por parte de los conductores. Esto ocurre porque quienes poseen temor a manejar sin advertirlo, suelen transformar su miedo en agresividad, culpando a los demás de sus fallos o realizando maniobras osadas para convencerse de su capacidad para estar detrás del volante.
Tratamiento: el papel de las autoescuelas
Quienes sufren de amaxofobia deben ser concientes de que se trata de un problema con solución, siempre y cuando estén dispuestos a asumir que sufren un trastorno irracional que se supera con el autocontrol. La ayuda profesional puede ser útil, pero el éxito del tratamiento está vinculado con el interés del fóbico de superar ese miedo comprendiendo que se trata de algo irracional.
Por ello, el método más utilizado para tratar la amaxofobia es la terapia cognitiva comportamental, que exige por parte del paciente la necesidad de autoayudarse y autoevaluarse, hasta que logre ser capaz de reconocer sus síntomas y dominar las situaciones que le generan esa ansiedad.
En los últimos tiempos, la amaxofobia ha ido cobrando mayor notoriedad en el plano social, al punto de que muchas autoescuelas comenzaron a ofrecer su tratamiento como parte del plan para aprender a manejar, una actitud que debería ser imitada por todas las escuelas que estén interesadas en la seguridad vial de sus usuarios.