¿Diganme si nunca han conducido con sueño o medios adormecidos? ¿Nunca han hecho ese trayecto de casa al trabajo dando cabezasos? Digamos que a todos nos ha pasado alguna vez, y es algo logico. Sin embargo, que sea logico y que suceda de forma regular, no significa que sea correcto o que sea seguro, que es lo más importante. En esta oportunidad vamos a analisar la peligrosidad de ponernos al volante con sueño.
El volante y el sueño son incompatibles
Por lo general, cuando nos despertamos y seguimos con sueño durante mucho tiempo en la mañana, es porque no hemos logrado un buen descanso durante la noche. Y sí, suele suceder. Ya sea por los ruidos, luces, o lo que sea, a veces no dormimos bien. Sin embargo, para ser conductores concientes, responsables y precavidos, descansar es totalmente imprescindible.
Manejar con sueño, cansados, adormecidos, puede traer muchos peligros e incluso terminar en algo fatal. ¿Queremos tener un accidente solo por tener sueño? Definitivamente, la respuesta es no. Los efectos que produce el sueño en el conductor son varios.
Efectos fisicos del sueño en el conductor
En principio, ponernos al volante con sueño significa que tendremos reducida la capacidad de reaccion ante cualquier situación. Al estar cansados, o somnolientos, significa que el cuerpo esta mucho más lento y va a tardar mucho más en reconocer ciertas acciones y estimular nuestro cerebro para que reaccione rapido. Por supuesto que también restringe el criterio, y ni hablar de la visión.
¿Que sucede con nuestro comportamiento? Conducir con sueño, significa que reaccionaremos de una manera mucho más agresiva en altercados urbanos, e incluso estaremos de mal humor. Esto es innegable, sea en el auto, o en la oficina, el sueño siempre nos afecta al temperamento y por lo general lo hace de manera bastante negativa.