Las autoescuelas en Ecuador han comenzado a tener un alumnado de formación profesional femenino, donde ya son muchas las mujeres vinculadas al transporte público que han realizado arduas capacitaciones en materia del manejo de forma profesional. Esto ha representado un enorme cambio en las escuelas de conducción de Ecuador donde años anteriores, la mayoría de los aprendices de la conducción de manera profesional con salida laboral eran hombres.
Cambian las propuestas
En Ecuador, quienes realizaban un curso de manejo básico en autoescuelas eran mujeres principalmente, muy temerosas de aventurarse al volante en la vía pública. Actualmente esta situación se ha revertido y las mujeres se han animado a adentrarse también en el sector de manejo profesional, integrando fuertemente el campo laboral en el rubro del transporte, desterrando los mitos de una actividad realizada solo por hombres. Son muchas las mujeres que se interesan por la conducción de forma profesional y es importante contar con el apoyo y paciencia de los formadores de autoescuelas, por lo que los profesionales se sienten orgullosos de acompañar a las mujeres en esta importante decisión de integrar la rama de transporte.
Mujeres audaces
Una de las mujeres que se encuentraba en su sexto mes de embarazo, en Ecuador, mientras terminaba su capacitación de conducción profesional, acudió finalmente al auditorio de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil para recibir el certificado que verifica su título de chofer profesional. Ella fue una de las 90 mujeres egresadas de la autoescuela de Choferes Profesionales Ricardo Antonio Onofre González, en el sector de transporte. Otra mujer destacada fue la hija del dirigente ecuatoriano de taxistas, quien también recibió el título de conducción profesional. Entre las temáticas abordadas durante la capacitación, se hizo principal hincapié en la seguridad vial, mecánica y técnicas especiales en casos de riesgo. Tras muchas horas de práctica y teoría, fueron 90 las orgullosas mujeres de Ecuador que recibieron su diploma como choferes profesionales.
Es necesario tomar medidas urgentes para reducir las elevadas cifras de accidentes de tránsito en Honduras. En lo que va del año, se ha registrado una preocupante cantidad de fallecidos en siniestros, muchos de ellos menores de edad. Se estima que la principal causa de las muertes es el exceso de velocidad, aún así, muchas acciones deberán implementarse para concientizar a la población de las terribles consecuencias generadas por imprudencias durante la circulación en la vía pública.
Números para preocuparse
La Policía de Tránsito informó que desde principios de 2012 hasta el 31 de marzo inclusive, el número de fallecidos en accidentes de tránsito en Honduras ascendió a 239 personas, con registros en diferentes carreteras del país. Del número mencionado 193 eran adultos y 46 menores de edad, lo que representa una importante pérdida cuya responsabilidad radica en las acciones de los adultos. Entre las causas de las tragedias sucedidas, 98 personas fallecieron por exceso de la velocidad, 52 por distracciones y falta de atención a las condiciones del tránsito y 48 por imprudencias de los transeúntes. Las causas restantes que desencadenaron accidentes fatales fueron: 21 por inconvenientes técnicos en el funcionamiento de los vehículos, 11 por conducir en estado de ebriedad y 9 por no respetar las señales de tránsito. Además, solo en Semana Santa, 178 personas fueron sancionadas por infracciones de tránsito y conducción en estado de ebriedad, habiéndose reportado en esas fechas 29 muertes por siniestros viales.
Más campañas
Para reforzar la prevención durante la conducción, sería necesaria la implementación de diversas campañas informativas donde se indiquen los datos registrados, de manera que sea posible, lograr una importante toma de conciencia a la hora de conducir. Se debería hacer hincapié principalmente en las fatales consecuencias del exceso de velocidad en Honduras, además de los riesgos que implica la ingesta de alcohol antes y durante la conducción. Por lo pronto, la situación es por demás preocupante e invita a las instituciones educativas a participar en la promoción una cultura vial responsable y segura.
Una de las causas principales de accidentes de tránsito en Argentina son las imprudencias que deben su explicación a un estado de somnolencia llamado «sueño blanco» donde el conductor pierde la noción de peligro y estado de alerta. Una situación cada vez más frecuente en choferes, en especial aquellos de larga distancia con turnos prolongados.
Explicación de especialistas
Hace algunos años se comenzó a investigar en Argentina, la explicación a ciertas imprudencias cometidas por choferes profesionales de larga trayectoria y prestigio. Se llegó a la conclusión que una de las causas era la falta debida de sueño, ya sea por propia decisión del conductor como por horarios impuestos por sus empleadores. Los especialistas sugieren que a quienes duermen menos de ocho horas por día, manejando sin el descanso necesario padecen un estado denominado sueño blanco, donde el cerebro está dormido y se pierde la noción de tiempo y espacio, aún cuando los conductores tienen las sensación de estar despiertos. Esto es aún más alarmante que la somnolencia durante la conducción, ya que el chofer siente que está despierto y sus ojos se mantienen abiertos, pero los reflejos y las respuestas a los estímulos se ven disminuidas en gran medida, constituyendo un enorme riesgo para pasajeros y demás integrantes de la vía pública.
Estadísticas de somnolencia
La concientización no solo debe abarcar a los conductores, sino además a las empresas de transporte, para que tengan presente la importancia del descanso adecuado. Los riesgos del sueño blanco implican accidentes de tránsito fatales por cruces de carril o de vías ferroviarias con la barrera baja, por eso, quienes poseen turnos rotativos o conducen durante la noche, suelen experimentar este estado sin saber el tiempo incurrido ni las distancias que han manejado. Los números son alarmantes en Argentina, con un registro de 44% de conductores que han sentido sueño con frecuencia durante la conducción, un 45% que ha experimentado un accidentes por alteraciones del sueño, un 66% que se ha detenido al menos 30 minutos para dormir y un 73% que continuó manejando pese al sueño sin siquiera reducir la velocidad.
La autoescuela Saint John fue fundada en 1982 en Argentina y desde entonces ha desarrollado un impecable trabajo de formación profesional para conductores incluyendo la seguridad vial dentro de su temario.
Diversas temáticas
A diferencia de las autoescuelas de Argentina, donde la mayoría se dedica exclusivamente a la capacitación en conducción y señalización, la autoescuela Saint John decidió encarar la formación desde el compromiso social, educando no solo en materia de conducción sino además en seguridad vial abordando la problemática creciente en siniestralidad. Se destacan de esta academia de conductores, las diversas temáticas abarcadas que generan conciencia, conocimiento e incentivan al desarrollo de un interés y fuerte compromiso de sus alumnos.
Verdaderos profesionales
Saint John es una autoescuela de Argentina cuyos objetivos tienen un alcance social más allá de la obtención de la licencia, ofreciendo una amplia variedad de cursos en seguridad vial, accidentología y conducción profesional para todos los ámbitos, tanto particulares como institucionales, demostrando que esta propuesta puede aportar un enorme valor a la comunidad para reducir la inmensa cantidad de siniestros. La empresa apunta a una cultura vial diferente, conciente de los riesgos, con conductores egresados que apoyan la formación integral en seguridad vial. Muchas autoescuelas pueden enseñar técnicas de manejo, pocas son las que forman verdaderos profesionales de conducción. John Saint es un ejemplo a seguir en este rubro.
Formadores de profesores
Una de las metas de esta autoescuela, que mucho ha llamado la atención es la entrega de una certificación con salida laboral, donde egresados de cursos intensivos en conducción profesional sean habilitantes para educar continuando el modelo de enseñanza integral aprendido. Este legado posee un enorme valor con respecto a la seguridad vial, lo cual hace que Saint John se destaque por sobre las autoescuelas restantes. Trabajar a favor de la reducción de accidentes de tránsito y la prevención de los mismos es una tarea que generalmente no suele abarcar ninguna academia de manejo cuando deberían asumir esta responsabilidad como formadores de futuros conductores.
El pasado 26 de mayo de 2012 en Bogotá, Colombia, el Ministerio de Transporte presentó el Plan Nacional de Seguridad Vial que regirá hasta el 2016, siendo iniciativa del Gobierno Nacional primordial que se suma a la Década para la acción 2011-2020 de la OMS dada la preocupación por la siniestralidad.
Registro de accidentes
En Colombia, las cifras de víctimas de accidentes de tránsito sumaron más de 40 mil con lesiones graves y un importante incremento de muertes en la vía pública ocasionadas por siniestros. Los actores de tránsito más afectados son los peatones y conductores de motocicletas con un total de 73% de muertes. Además un registro del Instituto Nacional de Medicina Legal indicó que entre el 2005 y 2011 los accidentes de tránsito se cobraron 5552 vidas. Otro sato importante es el rango de edades que suelen ser las más afectadas, se trata de niños y jóvenes de 5 a 24 años, siendo los accidentes de tránsito la primera causa de mortalidad en niños de hasta 14 años. Tristemente, en 2011 los 2108 conductores de motocicleta fallecidos en la vía pública tenían menos de 30 años.
Plan de Acción necesario
La iniciativa del Gobierno de Colombia constituye una política fundamental que se propone modificar la cultura vial en todos los sectores de la sociedad, donde todas las instituciones contribuyan a mejorar la seguridad vial de forma continua, otorgando la importancia que merece, generando conciencia, prevención y reducción de muertes o lesiones graves causadas por siniestros.
El Plan Nacional de seguridad Vial se propone abarcar todos los factores implicados en el tránsito y sus responsabilidades, reconociendo tanto al factor humano y su responsabilidad, el vehículo con sus riesgos y la infraestructura vial con sus respectivas fallas,como las distintas etapas de los accidentes, dando prioridad al enfoque preventivo. El plan incluirá la capacitación y formación continua en todas las instituciones educativas, niveles, y edades generando un trabajo que fomente los buenos hábitos en la vía pública.