Los programas de Seguridad Vial ejecutados en Costa Rica se aplican de forma general a la población constituida por conductores, ciclistas, motociclistas y peatones. Las normatividades para prevenir accidentes viales no discriminan entre adultos, jóvenes y niños. No obstante, los adultos y los jóvenes están expuestos a los mismos riesgos y peligros frente a los accidentes de tránsito.
En contraste, los niños son mucho más vulnerables y la legislación vial no hace señalamientos específicos acerca de los cuidados pertinentes en torno al ambiente infantil. Para proteger a los más pequeños, es necesario incluir la educación vial desde la etapa preescolar.
Cuando se conduce con niños en el auto
En Costa Rica la legislación indica las siguientes restricciones cuando viajan niños en el automóvil. La referencia legal corresponde a la ley No.8696 (2008), que modificó la ley de tránsito por vías públicas terrestres No.7331 (1993).
- Los conductores son responsables de la seguridad de ellos y de las personas que viajan como pasajeros. Además, son responsables del vehículo y deberán de utilizar el cinturón de seguridad, igual que todos los ocupantes del automóvil. se debe poner especial atención en la seguridad de los niños, así como evitar que jueguen y obstruyan la vista del retrovisor.
- Los niños menores de 12 años deben viajar en el asiento trasero del automóvil, para ello se debe de adaptar el dispositivo de seguridad indicado o asiento (booter), de acuerdo al peso y edad del pequeño.
- Cuando se trata de niños menores de un año de edad y con peso de 10 kg máximo, la silla de seguridad debe colocarse de espaldas al conductor del vehículo con la vista hacia atrás y ajustada al asiento.
En las dos posiciones del asiento de seguridad, éste deberá de esta sujeto al asiento trasero a través del cinturón de seguridad y satisfacer las especificaciones técnicas del reglamento de seguridad vial.
Los programas de seguridad vial implementados en Venezuela se han aplicado en forma directa a los conductores de automóviles, a quienes se ha sancionado estrictamente. Sin embargo, el número de accidentes de tránsito continua incrementándose y las consecuencias no se hacen esperar; conjuntamente con los costos que recaen sobre el gobierno.
Por otro lado, la administración venezolana debe transmitir y convencer a la población que la seguridad vial es una forma necesaria de cultura y educación, que garantiza el respeto y conservación de la propia vida y de los demás en las vías públicas.
La educación, no tan presente en la estrategia de seguridad vial
La población, compuesta por los usuarios de los transportes públicos y privados, ciclistas, motociclistas y peatones, también deben de ser informados acerca de la responsabilidad que comparten con los conductores en los accidentes de tránsito. La seguridad vial debe ser parte de la cultura de prevención de los ciudadanos venezolanos, para evitar que sean atropellados o que sufran cualquier accidente en la calle.
La falta de seguridad vial en Venezuela produce pérdidas de vidas humanas, gran cantidad de lesionados e incapacitados de por vida y con menoscabo de los bienes materiales, así como daños sociales típicos como el rompimiento de la estructura familiar y disolución de vínculos sociales cercanos, entre otros. Estos daños son efectos secundarios y no son considerados en primera instancia, debido a que los eventos primordiales causan problemas mucho más complejos.
La aplicación de los programas de seguridad vial evitaría la aplicación de sanciones y penalizaciones, pero en términos generales es mucho más económico educar a los venezolanos a través de los planes de cultura y educación vial que muestran, transmiten y difunden las normas, reglas y señalizaciones viales. Estos son programas prácticos para conductores, ciclistas, motociclistas y peatones, por otro lado, los programas han incluido acertadamente a los infantes y adultos.
Los diversos programas de Seguridad Vial, implementados en las ciudades de Perú, han resultado poco eficientes para controlar los accidentes de tránsito, colisiones, choques y atropellamientos que se presentan en las zonas urbanas. Los eventos viales continúan ocurriendo de forma constante y las victimas aumentando, con los costos financieros que ello implica.
Entre los diversos programas y campañas de seguridad vial, una de las últimas que se presentó fue dada a conocer por el Ministerio de transporte y Comunicaciones de Perú y se denominó “Cambiemos de actitud”. Su objetivo primordial se planteo como: crear conciencia para prevenir los accidentes de tránsito.
Una campaa para salvar vidas
El objetivo de esta campaña consistió en que los peatones y conductores de los diferentes transportes adquirieran consciencia acerca del respeto, conocimiento y difusión de las normas de tránsito, así como la prevención de los accidentes viales.
La campaña fue lanzada con gran parafernalia, y se dio a conocer la difusión de cinco videos de seguridad vial que empezaron a transmitirse desde junio de este año. En las proyecciones se da a conocer la composición, los mensajes generales y por etapas de la seguridad vial.
Este proyecto de seguridad vial intenta disminuir los accidentes de tránsito, aumentar el número de peruanos que respeta las señales viales, que disminuyan los peatones imprudentes y los conductores que manejan con exceso de velocidad después de haber ingerido bebidas alcohólicas. Además, la campaña “Cambiemos de actitud” hace señalamientos elementales para que los conductores y peatones actúen de una manera diferente, con el fin de salvar vidas cuando se está conduciendo.
Por otro lado, las carreteras del Perú carecen de una infraestructura adecuada, existen tramos incompletos y que carecen de pavimentación, que constituyen un factor adicional que produce accidentes de tránsito.
En Honduras la eficiencia de los diversos programas de Seguridad Vial, establecidos en las ciudades más pobladas del país, tienen como objetivo reducir los accidentes que se registran en las carreteras que conducen a la capital del país.
Sin embargo, los accidentes de tráfico continúan incrementándose, al igual que las victimas, los fallecimientos, averías materiales y daños a terceros, consecuencias de los eventos viales. En la mayoría de los casos las víctimas quedan sin liquidación debido a que no hay seguro que cubra estos gastos.
Es decir, el planteamiento, las estrategias y la finalidad de los programas de Seguridad Vial, no están resultando adecuados para disminuir la ocurrencia de los accidentes de tránsito en las vialidades de Honduras.
La educación vial, clave para el éxito
Por otro lado, la ley de tránsito tiene como finalidad preservar el orden público y la integridad física de las personas, así como la protección de los bienes materiales. Esta legislación destaca la necesidad de crear una cultura vial para los hondureños y como complemento propone la educación vial para los niños pequeños, indicando que la edad ideal es la etapa escolar de nivel básico.
Finalmente, la seguridad vial y la ley de tránsito son plataformas complementarias que protegen y garantizan la vida de los hondureños, cuando conducen respetando las normatividades y reglamentos viales. Estas entidades estiman que la creación de una cultura y educación vial ayudará a que los conductores, ciclistas, motociclistas y peatones tomen conciencia acerca de las responsabilidades en particular que les atañen y después, aquellas que en grupo les corresponden.
Aprender y conocer los reglamentos, así como distinguir y respetar las señalizaciones. Está es una forma directa de disminuir los accidentes de tránsito, las consecuencias derivadas de los mismos y por ende incrementar la eficiencia de los programas de seguridad vial.
Mediante el programa Prevención y Educación Vial, el cual pertenece al Ministerio de Relaciones Institucionales y Seguridad de Argentina, se decidió instalar un simulador de conducción, que cuenta con lo último en software para la educación vial. Este simulador tienen instalados juegos de seguridad vial para ayudar a niños y grandes manejar con responsabilidad.
Realismo de alta calidad
El simulador de conducción está compuesto por una estructura que está conectada a través de un monitor de 23 pulgadas con alta definición. Al momento de estar en el simulador se tiene un gran realismo que simula la realidad al conducir un automóvil.
El hardware es de tecnología avanzada y consta de un volante de la marca Logitech, pedales, caja de 6 velocidades, un PC de última generación, bocinas de gran calidad. El realismo es impresionante.
Características del simulador
Quien está a cargo del simulador de conducción y todo el equipo que conlleva su correcto funcionamiento es Martín Olivero, quien explicó algunas de las características del equipo.
Entre las características principales se encuentran que el equipo tiene instalado en el software las leyes y normas de tránsito de Argentina. El simulador identifica cuantas infracciones de tránsito son cometidas por los usuarios que prueban el equipo.
Los resultados sobre infracciones asombraron, ya que al parecer los niños son los más consientes a la hora de conducir un vehículo y cometieron un menor número de infracciones que los adultos.
Por la gran participación de los niños al usar el simulador de conducción se les obsequió remeras y gorras. Cada vez que hay un evento de educación vial es sorprendente que los niños son más conscientes que los adulos en materia de educación vial, si esto sigue así en un futuro los índices de accidentes, podrán descender a los niveles más bajos en años.