Se entiende por progresión normal al hecho de que un vehículo circule dentro de la corriente del tráfico, sin alteraciones con
respecto a la posición en la calzada, y adaptándose en cada momento a las circunstancias de dicha corriente.
En progresión normal, el comportamiento del conductor viene determinado por la siguiente regla de seguridad:
– Ocupar una posición adecuada en la calzada.
– Circular a una velocidad adaptada a las circunstancias del tráfico y de la vía.
– Mantener la debida separación entre vehículos.
– Realizar una observación constante del tráfico por delante, por detrás y por los costados.
Se circulará por la derecha de la calzada y lo más cerca posible de su borde derecho manteniendo la separación lateral suficiente para realizar el cruce con seguridad, especialmente en las curvas y cambios de rasante de reducida visibilidad, aún cuando no exista señalización expresa que los delimite, en los que se debe dejar libre la mitad de la calzada que
corresponda a los que puedan circular en sentido contrario.
Las vías pueden tener una o varias calzadas y cada calzada puede tener uno o dos sentidos de circulación.
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Javier Merino
Profesor de Formación Vial