Comprobar si el accidentado respira y si su corazón late, tratándolas con cuidado y suavidad sin olvidar que pueden existir lesiones ocultas, evitando torcerlos, doblarlos o tirar de ellos, manejándolos como si se tratara de un bloque rígido, no moviendo el eje cabeza-cuello-tronco. Tumbar inmediatamente al accidentado inconsciente, sobre el suelo, colocándolo en la posición de seguridad, o defensa para evitar la asfixia.
Excepcionalmente, y sólo si están conscientes, se colocarán en posición de semisentados a los heridos de pecho o tórax, que respiren con ansiedad y dificultad.
No tocar las heridas, para evitar la posible infección por suciedad, hay que evitar que los accidentados anden, aflojarles las prendas y ropas que le puedan oprimir el cuello y las vías respiratorias, comprobar si los movimientos respiratorios son normales.
No dar de beber a los heridos, y en ningún caso alcohol, tampoco se les podrá dar medicamentos. Se tapará al accidentado con mantas o ropas para que no se enfríe, incluso cuando haga calor.
No quitar el casco de protección a los heridos en un accidente de motocicleta, excepto si es necesario (para realizar la respiración artificial, por ejemplo) y si se conoce la técnica y existen dos auxiliadores.
Las lesiones que se pueden producir con más frecuencia en accidentes de circulación se localizan en:
1º La región cráneo-encefálica.
2º Las extremidades inferiores.
3º La región torácica-abdominal.
4º Las extremidades superiores.
5º La columna vertebral.
Las lesiones más graves son las lesiones localizadas en:
1º La región cráneo encefálica.
2º Las lesiones de columna vertebral.
3º Lesiones en la región torácica-abdominal.
4º Lesiones en las extremidades inferiores.
5º Lesiones en las extremidades superiores.
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Javier Merino
Profesor de Formación Vial