Uno de los grandes “problemas” a la hora de circular en vías de doble sentido es hacerlo tras un camión. Nuestra paciencia suele ser inversamente proporcional a la velocidad del vehículo pesado. Nos ponemos nerviosos y lo único que pensamos es en deshacernos del camión lo antes posible, incluso realizando maniobras que en cualquier otro momento calificaríamos de muy arriesgadas.
Se trata de una situación complicada. La longitud del vehículo a adelantar hace que tengamos que pensarnos dos veces la maniobra y aquí más que nunca, ante la duda conviene claudicar y esperar un mejor momento. Muchas veces, para favorecer el adelantamiento y ayudarnos, el conductor del vehículo pesado nos indica con el intermitente derecho que podemos hacerlo.
Su mayor y mejor visión permite “ayudarnos” e indicarnos que el momento es propicio para hacerlo. El reglamento General de Circulación indica que los conductores de vehículos que no puedan ceñirse al lado derecho para permitir ser adelantados podrán indicar la posibilidad con el brazo o con el intermitente. El artículo correspondiente del Reglamento cita a los vehículos pesados, de grandes dimensiones u obligados a respetar un límite específico de velocidad como los únicos que pueden utilizar este tipo de señalización.
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Javier Merino
Profesor de Formación Vial