Con las manos:
El Volante: Orienta las ruedas directrices en la dirección deseada. El volante se deberá coger con ambas manos por su mitad superior, por su parte exterior, suavemente y con firmeza, pero sin agarrotamiento. Los brazos deben quedar semiflexionados, y comparándolos con las agujas de un reloj marcarán las dos menos diez o las tres menos cuarto.
No se deberán cruzar las manos sobre el volante cuando se esté circulando, ya que se podría perder el control de la dirección.
Palanca de cambios de velocidades: Permite al conductor seleccionar la marcha adecuada a las circunstancias del momento, transmitiéndole a las ruedas mayor o menor potencia o velocidad según sea la marcha seleccionada.
En la primera, el vehículo tiene mucha fuerza y poca velocidad, a medida que se seleccionan marchas superiores el vehículo pierde fuerza y gana velocidad.
Claxon o bocina: Todos los vehículos de motor, menos los motocultores que se conducen a pie, estarán provistos de un aparato productor de señales acústicas que emita un sonido continuo, no estridente, uniforme y de suficiente intensidad.
Freno de estacionamiento o freno de mano: Normalmente es una palanca situada entre los dos asientos delanteros que al tirar de ella frena las ruedas traseras. Su finalidad es mantener el vehículo inmovilizado. También podemos usarlo en caso de una avería del freno de servicio.
Este freno actúa generalmente sobre las ruedas traseras. El freno de estacionamiento debe estar bien tensado.
Adquiera nuestro vídeo curso en DVD o en MP4
Javier Merino
Profesor de Formación Vial
