Las vías públicas son utilizadas por muchos usuarios, esto implica una colaboración entre todos para garantizar una circulación segura.
Para que el derecho de los distintos a desplazarse por las vías se realice con las debidas garantías de seguridad, es necesario que el ejercicio de ese derecho se lleve a efecto de manera ordenada y coordinada.
La colaboración entre los usuarios, significa: no molestar, no sorprender, advertir y comprender.
– No molestar: se molesta tanto incumpliendo las normas y señales de circulación como faltando a la cortesía, a la educación cívica o vial y a la consideración con los demás.
– No sorprender: no se debe sorprender a los demás usuarios de la vía con súbitas maniobras y sin previo aviso. Se debe avisar de ellas con suficiente antelación y claridad para no sorprender y dar tiempo a los demás a reaccionar y tomar decisiones.
– Advertir: las intenciones de cambiar nuestra posición en la calzada, no sólo deben ser advertidas, si no además, es necesario hacerlo correctamente, es decir, que sean percibidas y comprendidas por todos los usuarios a quienes van dirigidas, utilizando para ello, un sistema uniforme de señalización. No basta con querer realizar y advertir una maniobra, es necesario poder realizarla correctamente y sin peligro sin que, aunque cumplamos estos requisitos, la señalización empleada nos otorgue ningún derecho a realizar la maniobra.
– Comprender: la conducción precisa de una gran capacidad de comprensión sabiendo disculpar los errores de los demás, que nunca podrán servir para justificar los propios o para adoptar un comportamiento agresivo.
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Javier Merino
Profesor de Formación Vial