Ya hemos hablado en numerosas ocasiones de la crisis por la que está atravesando el sector de las autoescuelas, crisis que de momento parece no tener salida según los datos ofrecidos por la CNAE (Confederación Nacional de Autoescuelas), asociación que representa a más del 90% del sector y que cuenta con 54 asociaciones repartidas por todo el territorio español.
Desde que comenzó el año se han expedido 716.808 nuevos permisos de conducir, que si los comparamos con los 960.119 que se habían expedido en la misma fecha del 2008 representa un descenso del 23%, este descenso se traduce en cierre de autoescuelas, despidos y precariedad laboral.
Concretamente desde enero a septiembre de este año han cerrado sus puertas más de 180 autoescuelas en todo el país, lo que ha supuesto que más de 5.200 personas hayan perdido sus empleos, han sido 3.504 los profesores y 1.707 directores los que han perdido su empleo de los 25.073 profesores y 6.999 directores que trabajaban en autoescuelas durante el 2008.
Lo peor de todo es que la CNAE se muestra pesimista y no cree que esta preocupante situación económica, que consideran crítica, pueda mejorar a corto y medio plazo, es más, creen que empeorará con la Ley Ómnibus y consideran sumamente dudoso que con este proyecto de ley, con el que se introduce mayor competitividad rebajando las exigencias para abrir escuelas de conducción teórica, con menos requisitos de calidad y menor control tanto de los profesores como de las instalaciones y los materiales, mejore la competitividad del sector y mucho menos que sea una ventaja para el consumidor.
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